El caos se apoderó del conocido centro vacacional del Pacífico, uno de los principales destinos de México, que en las últimas horas lograba un respiro con el alejamiento de las lluvias.
Mientras algunos realizaban compras de pánico, numerosos caimanes salieron de su hábitat ante el desbordamiento de la laguna de Puerto Marqués, complicando el rescate en las viviendas anegadas, con algunos de sus propietarios refugiados en sus techos, constató un periodista de la AFP.
«No hay energía y estamos rodeados de agua. La Marina (Armada) nos ignora, no deja entrar ni salir por el nivel de la corriente», dijo a la AFP Carlos Álvarez, habitante del barrio Olinalá, donde los mismos vecinos se organizaron para rescatar a bordo de lanchas inflables a unas 40 personas.
«Hay casas y camionetas bajo el agua y no nos prestan auxilio», añadió el vecino de este fraccionamiento, ocupado en su mayoría por turistas mexicanos que habían llegado para aprovechar el feriado de este lunes, en el que se festeja la independencia de México.
Desde el sábado, México sufre los efectos «históricos» de dos ciclones, Ingrid y Manuel, que se extiende simultáneamente a dos tercios de su territorio desde costas opuestas y que han dejado a su paso al menos 34 muertos, según reportes oficiales.
En la costa Pacífico, donde se ubica Acapulco, Manuel ingresó el sábado como tormenta tropical y el domingo se degradó a una baja presión remanente y regresó de nuevo al mar, cerca de las costas de Nayarit (oeste), pero sus efectos se siguen sintiendo en buena parte del oeste y sur de México.
Del total de víctimas en el país, 11 fallecieron en Acapulco. Seis eran miembros de una misma familia que murieron al derrumbarse un cerro sobre su vivienda mientras que otros cinco fallecieron por deslaves y caídas de muros.
Solamente en el empobrecido estado de Guerrero, al que pertenece Acapulco, hay 50 municipios afectados y unos 238.000 habitantes damnificados, de acuerdo con el gobierno nacional.
Vacaciones infernales
Tras cuatro días consecutivos de lluvia, más de la mitad de Acapulco (680.000 habitantes) se encuentra inundada y al menos 40.000 turistas nacionales y extranjeros que acudieron al balneario en busca de arena y sol, se encuentran atrapados ante el cierre de carreteras y del aeropuerto internacional de la ciudad, informó el alcalde, Luis Walton.
Unos 2.500 turistas estaban atrapados en el lujoso hotel Fairmont Princess, cuyos campo de golf y estacionamiento estaban bajo el agua, dijo a la AFP personal de servicio del establecimiento.
Las personas más afectadas se encuentran en la periferia y en la zona Diamante de Acapulco, un área hotelera donde las inundaciones alcanzaron el metro y medio. Algunos solicitaban auxilio a través de redes sociales para ser rescatados desde los techos de sus casas.
Sólo en Acapulco se habilitaron nueve refugios temporales que ya dan abrigo a cerca de un millar de personas.
Las autoridades tratan de establecer un puente aéreo al cercano aeropuerto militar para el traslado de personas y el envío de ayuda a los damnificados.
El gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, aseguró que se darán facilidades a los turistas para «que puedan regresar a sus lugares de origen».
Acapulco fue hace décadas el destino favorito de muchas estrellas de Hollywood pero su imagen presente ha cambiado mucho.
A finales del año pasado, el alcalde Walton declaró en quiebra a Acapulco ante la imposibilidad de pagar una millonaria deuda que supera los 170 millones de dólares.
Las autoridades han tratado de promocionar a este balneario pero en los últimos años ha estado marcado por un recrudecimiento de la violencia con fuertes disputas entre grupos del crimen organizado que se disputan el mercado de la droga.
No obstante, Acapulco sigue siendo uno de los primeros destinos de playa de los habitantes de la Ciudad de México, ubicada a unos 380 km al noroeste. AFP.