Cuatro personas fueron detenidas ayer en Quito por participar en las protestas de grupos sociales que exigen una consulta popular para que no se explote el crudo en el parque nacional Yasuní, en la Amazonía, informó el Ministerio del Interior.
El titular de esa cartera, José Serrano, precisó en una rueda de prensa que los detenidos ya fueron puestos en libertad, pero deploró la actitud violenta de los manifestantes durante las protestas.
Además, Serrano conminó a tres diarios a demostrar unas informaciones escritas en sus cuentas de las redes sociales, en el sentido de que los policías que controlaban las manifestaciones usaron balas de goma y gases lacrimógenos.
Se refirió a los diarios La Hora, El Universo y El Comercio, que se han mostrado críticos con la gestión del presidente del país, Rafael Correa, y a los cuales dio «24 horas» de plazo para que demuestren sus afirmaciones.
Esas tres empresas informativas tienen un día para que «prueben, demuestren o ratifiquen que uno de nuestros policías utilizó balas de goma o gases lacrimógenos», señaló Serrano.
Varias organizaciones sociales de Ecuador efectuaron marchas en varias ciudades del país, con el fin de reclamar una consulta popular sobre la iniciativa Yasuní-ITT y evitar la explotación petrolera en esa reserva amazónica.
Las manifestaciones, convocadas por el movimiento indígena, también se extendieron a otras ciudades como Cuenca, donde los activistas dijeron oponerse a toda forma de actividad extractiva en el país.
«No toquen el Yasuní» o «Ama la vida, protege el Yasuní» fueron algunas consignas coreadas por los manifestantes durante la marcha en Quito.
Los manifestantes intentaron romper el nutrido cerco policial desplegado por la Policía, con el fin de llegar a la Plaza Grande, donde se encuentra el Palacio de Gobierno, y en los forcejeos lanzaron tarros de pintura y otros objetos a los agentes.
Serrano mostró vídeos y los escudos protectores de varios efectivos con las manchas de pintura y recalcó que los agentes tuvieron la orden de no usar balas de goma ni gases lacrimógenos.
«Nuestros policías evitaron confrontaciones» y «fueron víctimas de las agresiones», añadió el ministro que volvió a pedir a los medios de información demostrar el supuesto abuso de fuerza.
Finalmente, hizo un llamamiento a la población que quiera manifestarse a hacerlo de forma pacífica «y no de esta manera violenta».
La decisión del Gobierno de poner fin a la iniciativa Yasuní-ITT generó rechazo entre grupos de indígenas, ecologistas y de izquierda, que reclaman una consulta popular.
El presidente Correa hace dos semanas puso fin al proyecto, que él mismo anunció hace seis años y que buscaba dejar sin explotar el crudo en los campos Ishpingo, Tambococha y Tiputini (ITT), situados en el Parque Nacional Yasuní, considerado una de las reservas más importantes de biodiversidad del planeta.
Su decisión, según ha explicado, se debió a la desidia de la comunidad internacional para ser «corresponsable» del proyecto y aportar al menos la mitad de los 3.600 millones de dólares en doce años que calculaba obtener por la explotación del eje ITT.
El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), Humberto Cholango, indicó a Efe que las manifestaciones buscan «que se convoque a una consulta popular» como «la mejor decisión» para resolver este tema de «tanto interés y tanta importancia para la nación».
«El objetivo es que el Yasuní sea protegido, no por el bien de Ecuador, sino por el bien de la humanidad, por el bien de una nueva propuesta de vida», remarcó Cholango. EFE