La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, se unió hoy a las voces que reclaman que se investigue si se usaron armas químicas en un ataque contra civiles ayer en Siria y reveló que hay «miles de heridos que necesitan desesperadamente atención médica».
El personal de su organismo en la región ha logrado entablar contacto con fuentes fidedignas dentro de Siria, las que han reportado que, además de los muertos, «hay miles de heridos que requieren atención médica y ayuda humanitaria».
Zonas de la localidad atacada, Guta, ya habían sufrido ataques armados previos, así como graves recortes de víveres días antes de los hechos de ayer, cuando se cree que murieron cientos de civiles, incluidos niños y mujeres.
«Las denuncias de que muchas muertes fueron el resultado del uso de armas químicas deben ser investigadas como una cuestión de la mayor urgencia», indicó en una declaración difundida por su oficina en Ginebra.
Pidió al Gobierno sirio y a las fuerzas opositoras que permitan al equipo de la ONU que se encuentra ahora en Siria para investigar alegaciones sobre el uso de ese tipo de armas prohibidas en meses pasados, que se le permita ir sin demora al lugar donde se registró el ataque de ayer.
«Estas denuncias son excepcionalmente graves y deben ser probadas o desmentidas tan pronto como sea humanamente posible», insistió la responsable de derechos humanos de Naciones Unidas.
«El uso de armas químicas está prohibido bajo el derecho internacional consuetudinario», recordó Pillay, quien agregó que principios de este tipo se aplican incluso a países que, como Siria, no son parte de la Convención sobre Armas Químicas de 1993.
Recalcó que tal prohibición es válida en toda circunstancia, incluso en los conflictos armados, y no sólo entes estatales, sino también a los grupos armados antigubernamentales.
Por otra parte, el director del Programa de Seguridad de Green Cross Internacional, Paul Walker, dijo desde Ginebra que «los síntomas físicos aparentes de las víctimas -como dificultades respiratorias, espuma de la boca u ojos fuera de órbita- indican claramente un ataque químico» con gas nervioso.
Sin embargo, dijo que sin una inspección en el lugar de los hechos y entrevistas con las víctimas es difícil determinar qué agente se utilizó y cómo fue liberado.
Este es el décimo cuarto ataque con armas químicas que se reporta desde que empezó la guerra de Siria hace más de dos años, pero el más grave y donde más gente habría muerto.
Green Cross Internacional es una ONG que se especializa en temas de seguridad global. EFE