El recién nacido príncipe George se dispone a pasar sus primeras vacaciones junto a los duques de Cambridge en la residencia real de Sandringham, una próxima visita que se verá caracterizada por la presencia de 50 agentes que acompañarán a la familia en todo momento para garantizar la seguridad del tercero en la línea de sucesión al trono británico.
Aunque se desconoce cuándo se trasladarán se espera que la mansión que les acogerá se convierta en su residencia de campo.