“No medimos las consecuencias y pagaron los platos rotos algunos vehículos particulares y del bus de Liga de Quito”, detalló el gendarme. Entre los hinchas detenidos se registró un herido con una rotura de cabeza. Para Proaño el fanatismo excedió los límites de la razón. “Debemos hacer entender a la hinchada que es un evento deportivo, más no un combate”, agregó el policía que espera no se registren hechos violentos en el juego del domingo que disputarán Liga de Quito y Barcelona. Precaución.