Jennifer López recorrió el barrio donde creció y contó que para cumplir sus sueños tuvo que vivir en las calles. Ella no se arrepiente de nada.
Jennifer López volvió a sus orígenes. En una entrevista con la revista W, la actriz decidió retornar al Bronx, el barrio de Nueva York en el que creció. López creció junto a sus padres y dos hermanas en una casa separada del resto del barrio por un callejón en la parte de atrás y un terreno baldío en frente. Su gran vida de diva difiere mucho de lo que fue su niñez. Entre risas ‘JLo’ afirmaba que había un solo cuarto para las tres hijas y recordaba la ventana en la que solía esperar a sus amores de la adolescencia.
“Yo fui hecha para soportar largos caminos” aseguró la artista quien también se negó a entrar en la casa. “La última vez que entré fue para enterarme que mis padres se divorciarían luego de 33 años de matrimonio”.
La exesposa de Marc Anthony estudió danza en el Ballet Hispánico y en el Kips Bay Boys & Girls Club y eso la motivó a ser una bailarina profesional. Ahí empezaron los problemas con su madre, Jennifer pues no quería asistir a la universidad sino hacer de la danza su profesión de toda la vida.
La artista reconoció que la situación iba de mal en peor. Empezó a dormir en el sofá de la escuela donde estudiaba hasta que llegó a huir de la casa. “Viví un tiempo en la calle pero siempre le reiteré a mi madre: esto es lo que quiero hacer” afirmó López.
Meses después encontró un trabajo como bailarina en Europa y sin pensarlo dos veces dejó Nueva York. “Cuando volví a Estados Unidos me mudé a Los Ángeles. Todo ocurrió en menos de un año”, agregó.
Al principio odiaba L.A, todo le parecía extremadamente lejos y no veía a nadie en las calles, pero con el tiempo empezó a gustarle, aunque aclara que el Bronx fue su gran escuela. “Toda la fuerza que necesitaba para la vida la conseguí en el barrio