Ayer se se festejó un lustro de la consecución de la Copa Libertadores por parte de Liga de Quito.
En honor a la fecha, el cuadro albo exhibió la Copa Libertadores en el Portal de Liga y en un conocido centro deportivo de la ciudad capitalina. Los héroes de la gesta deportiva, no olvidaron la fecha y expresaron sus sentimientos por medio del internet.
José Cevallos recordó la gesta histórica y agradeció al cuadro capitalino, en su cuenta oficial de twitter. “Muchas gracias LDU por permitirme formar parte de ese histórico triunfo. Orgullo de todos los ecuatorianos. Un abrazo”, se leyó en la red social.
Patricio Urrutia, jugador que levantó el trofeo, también se unió a la manifestación de alegría. “Feliz dos de Julio LDU, día que será recordado por siempre. Momento histórico para todos. Orgullo para siempre.!!” publicó.
DEL SUEÑO A LA REALIDAD
Los ojos de Rodrigo Paz se vuelven cristalinos cada vez que recuerda la gesta deportiva azucena. Es que Paz recorrió, en las buenas y en las malas, el camino junto al conjunto universitario. El dirigente albo expresó su sentir ante el lustro del título en el Maracaná. “Los sueños se hacen realidad. Hay que decir gracias a la vida por lo todo lo que nos ha dado”, reflexionó.
Paz agregó que cualquier equipo ecuatoriano podrá lograr el título continental pero que lo vivido en la final ante Fluminense fue único, en referencia a los dos partidos, tanto en Quito como en Río, el alargue, los penales y la vuelta olímpica en el gigante brasileño.
CRÓNICAS DETRÁS DEL TÍTULO
Hace cinco años estudiaba Derecho en la Universidad Central y tenía una novia que compartía mi gusto por ver a Liga.
Cuando amanecía, y Liga jugaba, siempre le preguntaba ¿cómo amaneció? y si Liga ganaba. Ella tenía ese don. Si amanecía bien me decía que ganaba pero cuando estaba media rara las cosas serían negativas para la U”, contó Jorge Jiménez, estudiante de Comunicación Social.
“Recuerdo que la final la vi en el Hospital Eugenio Espejo. Mi novia había enfermado. Ella insistió que me fuera a ver el juego con mis amigos pero no la dejé. Le dije que no podía porque era mi cábala. Además estaba sola en el hospital. Una televisión de 12 pulgadas fue la que me conectó con el Maracaná. Cuando Washintong falló el penal la abracé, la besé y le dije gracias”, resumió.
Santo Ruales, hincha que frecuenta la popular sur baja, contó que no podía creer el momento. “Hace cinco años, me puse frente al televisor a llorar y besar mi camiseta, con la U en el pecho. Desde que clasificó a la final ya sentí algo inexplicable al ver al equipo de mi amores llegar a una instancia de esas y estar en los ojos de toda Latinoamérica. Tuve el placer de estar en la final en Quito. Es un momento que perdurará por siempre hasta los últimos segundos de mi vida”. explicó el estusiasmado hincha albo.
Miles de seguidores blancos no olvidarán lo vivido por este elenco. La hazaña es inolvidable.