Jue. Nov 21st, 2024

Los voceadores del diario El Popular saludan al medio de comunicación impreso  en su quinto aniversario de periodismo. Nos mantienen en las calles.

canillita

Josefina Tupiza está lista desde las 05h45 en su kiosco ubicado en el sector El Condado. La mujer lleva cinco años trabajando como voceadora de periódicos junto a la venta de sus dulces, caramelos, papas, y chifles que sacian el hambre de aquellos transeúntes que se dirigen al Colegio Andrés Bello, a la cárcel número 4 o simplemente al centro comercial Condado Shoping.
Su jornada matinal empieza en Pisulí a las 04h00 y solo retorna  a su casa a las 20h30 luego de haber vendido lo que más pueda en su mini kiosco de variedades.
Ni el sol ni la lluvia impide que Josefina este de domingo a domingo promocionado El Popular, que se muestra como el periódico de mayor consumo de las mujeres jóvenes, pues la farándula y el precio les atrae, comentó la voceadora mientras atiende a unos de sus clientes.
Lo que más recuerda del periódico son los rotativos y suplementos que ofrecía hace unos años.  “La gente les interesa mucho esos libritos. Ahí se vendió bastante”, señaló. Además de la raspadita y gana que fue un hito para la venta masiva del periódico.
Sin embargo, recalca que en época de fútbol la gente no compra cualquier periódico sino solo El Popular. “Cuando pierde la selección, es como si la gente se desilucionará”, dijo.
Por lo general el periódico siempre se vende pero cuando queda algún ejemplar, los voceadores pueden regresar a la agencia del periódico.
Más de 750 voceadores se encuentran en Quito, pues esta actividad les permite generar ingresos económicos. Josefina es el sustento económico de su familia, la venta del periódico es necesaria, no obstante  tiene que vender otros productos para cubrir las necesidades de su casa, las tres comidas básicas y el transporte para el llevar y dejar el periódico.
Ella como otros voceadores de la ciudad trabajan sin descanso alguno. En su quinto aniversario del diario Josefina  da un saludo al periódico “Que salgan adelante y que tengan éxitos, pero que recuerden que todos los voceadores que vendemos en las calles necesitamos algo para cubrirnos del sol y de la lluvia”, citó en forma efusiva.

Sacrificada labor diaria

Quizás uno de los trabajos más antiguos del país, pero indiscutiblemente el más tradicional, las y los canillitas. Esta actividad se ha constituido como uno de los trabajos que pasan de generación en generación. Un sin número de voceadores  se puede observar en cada esquina o en cada sector de mayor concurrencia. Las plazas, los centros comerciales, las paradas centrales de buses, los mercados y otros son los puntos centrales donde se concentran la mayoría de venta de periódicos nacionales.