Según Esteban Zarria, de la Dirección de Gestión Ambiental del Municipio de El Chaco (Napo), esta vinculación de la comunidad con los trabajos provocan un problema social ya que “Nuestra gente se va a trabajar en la remediación y abandona sus fincas. Así pierden toda su dinámica productiva, dejan sus animales y cultivos”, dijo.
Por ejemplo en el 2009 con el derrame del Oleoducto de Crudos Pesados se contrató a 400 personas del cantón El Chaco.
Mientras tanto el agua y la tierra aún estan contaminadas por la mancha negra que se expande sin dejar tregua. A este problema ambiental se suma el citado abandono de las fincas y la reducción de la producción.