La mujer de Guillermo de Inglaterra ha recibido el visto bueno por parte de la reina Isabel II para romper con la tradición real y así poder tener su propio baby shower, fiesta que dará la bienvenida al bebé que espera junto a su marido para el próximo mes de julio.
La esperada celebración la organizará su hermana Pippa Middleton. Aunque también contará con la colaboración de su hermano James quien se encargará del pastel, que tendrá forma de un delicado muñeco.
“No es una tradición real pero Kate tampoco es un miembro de la casa real tradicional”, contó una amiga al periódico The Sun.
Para evitar cualquier crítica en estos tiempos de crisis, la fiesta será sencilla y los regalos que se den a los invitados también. Así, las chicas recibirán unas velas y productos de las tiendas The White Company y Jo Malone.
“El príncipe Enrique, Kate y Guillermo son la generación joven de la casa real. No es normal que haya una fiesta de bienvenida a un bebé en la familia real pero es algo moderno”, añadió.