Un miembro independiente de la Cámara alta presentó una enmienda que busca bloquear el curso del proyecto impulsado por el Ejecutivo del conservador David Cameron, que superó su primer trámite importante el pasado 21 de mayo gracias a los votos de la oposición laborista en los Comunes.
Antes de comenzar la segunda lectura de la ley en los Lores, una diligencia que en la práctica es la primera oportunidad para debatir la norma en esa cámara, el parlamentario Goffrey Dear introdujo una iniciativa para impedir que el trámite se llegue a producir.
«Esta ley debe ser rechazada. No debemos permitir que siga adelante y nos ocupe más tiempo cuando hay tantos otros asuntos que demandan nuestra atención», afirmó Dear en un debate que continuará mañana, cuando está previsto que los Lores emitan su voto.
Si la enmienda de este antiguo alto mando policial prospera, el proyecto quedaría bloqueado y regresaría a la Cámara de los Comunes, que debería reformarlo y aprobarlo de nuevo.
Por el contrario, si los Lores votan a favor de la ley en segunda lectura, el texto pasaría a un comité que volvería a estudiarlo antes de someterlo a una tercera y última lectura.
Según la estimación del Gobierno, si el proyecto logra superar el recorrido previsto, el primer matrimonio entre personas del mismo sexo podría celebrarse en el Reino Unido en 2014.
El texto legaliza en Inglaterra y Gales –Escocia e Irlanda del Norte tienen las competencias transferidas- los matrimonios entre homosexuales, que desde 2005 pueden celebrar uniones civiles en los ayuntamientos británicos.
Ante la oposición a la ley de los anglicanos, el legislador británico ha incluido en la ley una prohibición expresa que impide a la Iglesia de Inglaterra y a la de Gales celebrar ese tipo de matrimonios.
El texto recoge, además, que ninguna organización religiosa estará obligada a casar a personas del mismo sexo y que deberá pedir el permiso del Gobierno antes de celebrar matrimonios homosexuales.
El proyecto para legalizar estas bodas ha ahondado la división interna que sufre el Partido Conservador, una parte del cual ya se rebeló contra Cameron por sus políticas respecto a la Unión Europea (UE).
Los «tories» volvieron a escenificar su fragmentación en la votación de hace dos semanas en los Comunes, donde 133 diputados conservadores se posicionaron en contra de la ley que impulsa su líder.
El liberaldemócrata Nick Clegg, viceprimer ministro británico, presenta como un éxito de su formación que el Ejecutivo de coalición haya sacado adelante el proyecto, mientras que una parte de los conservadores considera que la posición del Gobierno en este asunto puede lastrar las opciones de salir reelegidos en 2015.
El conservador David Waddington, exministro de Interior del Reino Unido, afirmó hoy en los Lores que Cameron ha cometido «un grave error» al apoyar la ley.
El «premier» británico «pensó que valía la pena iniciar una batalla contra aquellos que más apoyo le han brindado» y lanzó un debate que ha provocado que «personas con profundos sentimientos sobre la santidad del matrimonio estén siendo demonizadas como homófobas», sostuvo el exministro «tory».
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, apuntó por su parte que introducir las bodas homosexuales en el Reino Unido «aboliría» el matrimonio tradicional, mientras que, por contra, la liberaldemócrata Elizabeth Barker afirmó que la ley «refleja los deseos de aquellos que no solo quieren tolerar a los gais y lesbianas, sino apoyar sus derechos».
La Cámara alta británica está compuesta por 737 Lores llamados Temporales, que son nombrados por la Reina con el asesoramiento del primer ministro, más otros 26 Lores Espirituales, miembros destacados de la Iglesia de Inglaterra, entre ellos el primado anglicano, el arzobispo de Canterbury. EFE