Así lo manifestó hoy en Viena el ministro ecuatoriano de Recursos Naturales No Renovables, Pedro Merizalde, tras participar por primera vez en una reunión ministerial de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).
«Dentro de los análisis, se determina que (el crudo) se está comportando normal», aseguró el ministro en una entrevista concedida a Efe en la capital austríaca.
Merizalde añadió que Ecuador está «trabajando» en que su cuota de producción de crudo no disminuya, ya que el país andino requiere «los ingresos para poder cumplir con las necesidades básicas de la población más necesitada».
De esta producción de 500.000 bd (barriles diarios), el ministro especificó que 200.000 bd son para el consumo interno, mientras que los 300.000 bd restantes se exportan, principalmente a China, que compra alrededor del 90 por ciento de este crudo.
El país sudamericano cuenta con unas reservas conocidas de crudo de más de 6.000 millones de barriles, aunque sus pozos están considerados como «maduros», lo que requiere nuevas inversiones para mantener y aumentar la producción.
«Hay que desarrollar las tecnologías que sean adecuadas para cumplir con el menor daño al medioambiente y producir todo lo que podamos, porque esa es la realidad», señaló Merizalde, al ser preguntado por las reservas de crudo en los llamados «campos maduros» del país.
El ministro añadió que Ecuador tiene que ser «muy clara» a la hora de «aplicar todas las normas vigentes» en el cuidado al medioambiente, aunque ello no implicaba «tenerle miedo» a la producción petrolífera.
En cuanto a los beneficios generados por los recursos no renovables, el ministro apuntó que «lo primordial» es invertir en el desarrollo de las comunidades con más necesidades, que carecen de «suministros de agua potable, tratamiento de aguas servidas, luz eléctrica, vías y educación».
«La condición del Estado es suministrar educación y energía a la población; solo entonces se pueden desarrollar algunos tipos de empresas para dar más trabajo a la comunidad», explicó.
Por otro lado, Merizalde expresó su esperanza de que vayan a encontrarse nuevas reservas petrolíferas en su país, a pesar de que el Gobierno de la llamada «revolución ciudadana» también se esfuerza por obtener fuentes energéticas alternativas.
«Estamos trabajando mucho para producir energía hidráulica, las inversiones son altas pero, en cambio, el beneficio es inmenso», destacó el ministro ecuatoriano.
Agregó que lo más importante ahora es «que llueva», para que «no haya sequía y las presas estén trabajando».
Merizalde precisó que su Gobierno espera que el proyecto más grande en cuanto a energía hidráulica pueda producir unos 1.500 megavatios a finales del año 2016.
Para ello es importante que los trabajos avanzan «a buen ritmo», señaló el ministro, cuyo país es el miembro más pequeño de la OPEP, un grupo de 12 países exportadores de crudo que contra cerca del 40 por ciento de las exportaciones mundiales de petróleo. EFE