María Peña
«En los dos años y medio que he estado en el Senado, he estado tocando el tema de la negligencia en los asuntos en este hemisferio, empezando con las elecciones que se robaron en Nicaragua, siguiendo con las que posiblemente se robaron en Venezuela», y la «crisis económica» en ese país, dijo Rubio.
Marco Rubio, un posible candidato presidencial en 2016, reiteró su llamado a que Venezuela respete el orden constitucional y complete la auditoría de los resultados de los comicios de abril pasado, en los que fue declarado ganador el oficialista Nicolás Maduro.
No se pronunció sobre la gira del vicepresidente de EE.UU., Joe Biden, a Colombia, Trinidad y Tobago y Brasil a partir del domingo próximo, pero destacó que, en medio de amenazas al orden constitucional en Bolivia y Ecuador, las «buenas noticias» en la región provienen de países como Colombia, Perú, Chile, Panamá y México.
Aunque México afronta retos de seguridad, ha registrado «un crecimiento económico impresionante», añadió.
Asimismo, señaló como «tragedia» el caso de Cuba, donde el régimen castrista viola los derechos humanos y «apoya los elementos más peligrosos del mundo… una tragedia que, si Dios quiere, se va a resolver».
Según Rubio, el régimen cubano no merece que EE.UU. retire al país de la lista terrorista, donde permanece desde 1982, por su apoyo a grupos como las FARC y su terrorismo «interno» contra los disidentes en la isla y el encarcelamiento del subcontratista estadounidense Alan Gross.
El Departamento de Estado debe enviar al Congreso a finales de mes su informe anual sobre el terrorismo en el mundo y se prevé que mantenga a Cuba en la lista.
Sobre la lucha antiterrorista, Rubio criticó la idea de Obama de trasladar más presos de Guantánamo a terceros países, para cerrar este penal, y defendió el uso «responsable» de aviones no tripulados o «drones» contra grupos extremistas que preparan atentados contra EE.UU.
«Pregúntense un momento: si a Osama bin Laden no lo hubieran matado, si lo hubieran arrestado, ¿adónde lo iban a llevar, si no hay un lugar como Guantánamo?», dijo Rubio, al defender la utilidad del centro penal en la base naval de EE.UU. en Guantánamo (Cuba), donde aún hay 166 presuntos terroristas.
Para Rubio, los «drones» son parte «importante» de la estrategia de seguridad nacional de EE.UU. para atacar a terroristas y «salvar la vida» de estadounidenses, aunque hay que usarlos «responsablemente».
Por otra parte, consideró que los ataques del Gobierno de Obama a sus opositores crean una «cultura» de intimidación y un ambiente de desconfianza, en alusión a los recientes escándalos que han puesto a la defensiva a la Casa Blanca.
«Eso crea esa cultura. Es decir, cuando eso viene desde arriba, el mensaje que manda a las personas que trabajan en el Gobierno es que los conservadores son personas malas, vamos a investigarlos, y por eso ocurre lo que está ocurriendo», dijo Rubio.
Se refería en particular a la polémica en torno a la iniciativa de la servicio federal de impuestos, el IRS, de examinar con mucho más rigor a las organizaciones conservadoras que solicitaban exenciones fiscales.
«Esto nos recuerda que un Gobierno muy grande, muy poderoso siempre abusa de sus poderes, republicano o demócrata», advirtió Rubio.
La Casa Blanca ha negado las acusaciones republicanas y ha insistido en que, desde que llegó al poder en 2009, Obama ha intentado un acercamiento con la oposición y la búsqueda de consenso para responder a los asuntos más apremiantes del país.
Rubio citó, como ejemplo de que la Administración cuestiona las intenciones de sus detractores, el hecho de que cuando los republicanos expresan preocupación por la seguridad fronteriza, los «acusan de querer torpedear el esfuerzo de inmigración legal y no es correcto».
«Estamos pidiendo que haya una reforma migratoria responsable», explicó Rubio, uno de los miembros del «Grupo de los ocho» que negoció el proyecto de reforma migratoria aprobado el miércoles en el Comité Judicial del Senado.
La reforma para la legalización de los once millones de indocumentados en EE.UU. será sometida a debate y voto en el pleno del Senado la primera quincena de junio próximo.
Rubio indicó que, contrariamente a las críticas, no busca «torpedear» la reforma sino mejorarla y, para conseguir un mayor apoyo bipartidista, elabora «enmiendas responsables» en torno a la seguridad fronteriza y reducir el costo a los contribuyentes. EFE
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