El clásico en el Santiago Bernabéu mañana a las (15h00 de Ecuador) acoge dos estilos de entender el fútbol: El Real Madrid de juego directo y letal pegada, ante la fantasía del Barcelona, la sinfonía armónica del campeón de Europa. La punta de la Liga estará en juego.
EL MORBO
El clásico del fútbol español, cuenta con polémicas que han salpicado los duelos durante 80 temporadas, que últimamente se ha modificado por elegancia, como la mostrada por el público del Santiago Bernabéu ovacionando a un eterno enemigo. Mañana se abre otro capítulo. El mismo escenario que transformó la polémica en deportividad, cuando aplaudió un recital de Ronaldinho el 19 de noviembre de 2005, y donde la afición agachó la cabeza ante la última exhibición azulgrana, 2-6 la pasada campaña, con Leo Messi al mando.
ESTILOS DIFERENTES
El clásico del fútbol español expone dos conceptos distantes de juego: un equipo dirigido por el chileno Manuel Pellegrini, basado en el orden defensivo y la verticalidad ofensiva, ante otro entrenado por Pep Guardiola, bandera del toque y el espectáculo.
Pellegrini parte de una solidez defensiva que provoca que el mejor de cada encuentro haya dejado de ser Iker Casillas y sus paradas salvadoras, para culminar en una pegada demoledora, representada por Cristiano Ronaldo y Gonzalo Higuaín, que conducen a su equipo hacía el objetivo de batir el récord de 107 goles en una temporada.
La bandera que ondea el Barcelona de Guardiola, es la del espectáculo. Fútbol total. Jugadores como Xavi Hernández y Andrés Iniesta marcan un estilo de juego, al que ha sabido acoplar el individualismo de Leo Messi. Con las espaldas bien cubiertas por Sergio Busquets, y la pegada de Ibrahimovic.
Será el clásico más determinante de las últimas temporadas. Ambos equipos llegan igualados a puntos (77) a falta de siete jornadas para el final del campeonato. EFE