La plantilla azulgrana juega otro partido fuera de las canchas. El sufrimiento se traslada al bolsillo. Jugadores y cuerpo técnico ya no creen en la promesas de la dirigencia capitalina. Se termina la paciencia.
Un ambiente tenso se vivió la tarde del domingo en el complejo Ney Mancheno, en Carcelén. El presidente del club, Iván Vasco conversó con los jugadores y el cuerpo técnico, para tratar de encontrar acuerdos en el pago de los sueldos atrasados.
Pero la alegría de los triunfos en el torneo nacional, contrasta con la dura realidad que viven a diario los futbolistas.
La llegada del dirigente al complejo no fue bien recibida. El dirigente del elenco quiteño anunció que hasta este miércoles se tratará de solucionar el problema económico. Jugadores afirman que solo cobraron el sueldo de enero. Mientras, al ‘Poeta’ Insúa le adeudan siete meses.
Sin embargo a los jugadores se les termina la paciencia. En rueda de prensa, el defensa Luis Checa, ‘sin pelos en la lengua’, comunicó que la decisión del grupo era de esperar máximo hasta ayer para que se les cancele un mes de sueldo, caso contrario tomarán otras medidas de reclamo. (Hasta el cierre de esta edición no se había cancelado)
“Como grupo estamos pasando momentos muy tristes, que están manchando el nombre de la institución.Esperamos que el presidente nos de una solución clara”, disparó Checa.
De no cumplirse, hoy la plantilla de jugadores se volvería a reunir y dar a conocer las nuevas medidas que tomarían al respecto.
Jugadores dicen que quieren ser campeones pero no han tenido el apoyo de la directiva para salir adelante.
Hay que tomar en cuenta que el respaldo de la hinchada no ha sido suficiente, cuando el equipo ha jugado de local en el estadio Olímpico Atahualpa. Una crisis lamentable para los chullas, que pese a los problemas ocupan el segundo lugar en la tabla de posiciones.