La decisión del CNJ, adoptada por catorce votos contra uno, dice que, a partir de ahora, los registros civiles estarán “obligados” a convertir la unión estable entre dos personas del mismo sexo en un casamiento si así es solicitado, y que no podrán negarse a casar a parejas de homosexuales.
La medida ha causado revuelo en la comunidad religiosa del país.