Desde la semana pasada Panamá enfrenta una severa crisis de generación de energía que llevó al Gobierno a suspender las clases en escuelas y universidades desde el miércoles y ordenar el cese del uso de aires acondicionados, cierre de centros nocturnos y apagado de letreros luminosos en establecimientos públicos y privados.
La ministra de Educación, Lucy Molinar, dijo que no se podrán encender luces o aires acondicionados, sólo en los laboratorios que estrictamente lo requieran.
Desde el lunes pasado, el Gobierno recortó en dos horas la jornada laboral de los funcionarios y el miércoles intensificó las medidas de ahorro.
También se pidió al sector privado desconectar sus aires acondicionados durante 8 horas y utilizar, en lo posible, plantas eléctricas para reducir la demanda de energía.