También canonizó a 801 mártires italianos asesinados en 1480 a manos del imperio otomano.
Montoya y Upegui (1874-1949) fue una maestra que realizó una intensa labor misionera en pro de los indígenas en Colombia durante años.
Por su parte García Zavala (1878-1963), fue una enfermera que vivió en austeridad y sufrió la persecusión durante la Revolución Mexicana.