Dom. Nov 24th, 2024

11 may (EFE).- El entrenador del FC Barcelona, Francesc ‘Tito’ Vilanova, concluirá su primera temporada como entrenador del equipo con una nota altísima, al haber llevado a cabo una transición difícil tras la marcha de Josep Guardiola, pero tras haberla concluido con el título de Liga en las manos.

Después de haber perdido la Liga el año pasado en un ‘sprint’ espectacular con el Madrid hasta las últimas jornadas, el Barcelona regresó en un arranque de temporada que llevó a los más entusiastas a valorar a Vilanova muy por encima de las mejores expectativas, debido a una primera vuelta de cine, que colocó al equipo catalán con una ventaja que le encaraba hacia el título que ha obtenido hoy.

A pesar de este firmeza en la consecución del vigésimo segundo título de Liga en su historia, y el sexto en los últimos diez años, el tránsito hacia el éxito ha estado plagado de complicaciones, como la vivida por el propio Vilanova, quien a poco de llegarse a la Navidad volvió a recaer de un tumor en la glándula parótida, que si bien le hizo pasar por el quirófano y posteriormente regresó al campo de entrenamiento, finalmente acabó con el técnico en Nueva York asistiendo a un largo tratamiento. Tito

La marcha de Vilanova a los Estados Unidos (21 de enero) cogió al Barcelona bien situado en las competiciones (líder en la Liga, clasificado para las semifinales de la Copa del Rey y para octavos de final de la Liga de Campeones).

El Barcelona entregó los galones al asistente Jordi Roura, quien junto a los recién renovados capitanes Carles Puyol y Xavi Herández, y tras la también ampliación del ‘crack’ del equipo, el argentino Lionel Messi, debía mantener el orden y el concierto durante los dos meses que Vilanova iba a estar ausente.

El Barcelona había encontrado su mejor versión en el arranque de temporada con un entonado Cesc Fàbregas, había recuperado a David Villa tras un año lesionado y el chileno Alexis Sánchez apuntaba una clara adaptación, pero el conjunto azulgrana empezó a sumar actuaciones algo discutidas, algunas de la cuales le comprometieron su continuidad en la Copa del Rey (eliminado por el Madrid) y a punto estuvieron de condenarle en la Champions (ida de octavos en Milán).

A pesar de estos baches, en la Liga la superioridad azulgrana continuó siendo manifiesta, con sólo dos tropiezos (derrotas contra la Real y frente al Madrid) y tres empates, que no le impidieron mantener una cómoda ventaja que desde hace meses se mantuvo por encima de los diez puntos.

Regresado ya Vilanova tras dos meses en Nueva York, llegó justo a tiempo para participar en la semifinal de la Copa de Europa, de nefasto final para el equipo catalán, que fue vapuleado en Múnich (4-0) y posteriormente en el Camp Nou volvió a padecer un nuevo revolcón (0-3).

También su regreso ha coincidido con el esprint final de los azulgrana para sumar una nueva Liga y, así, dar continuidad a un ciclo que hace años empezó el Barça de Frank Rijkaard, aunque con algunos claroscuros en medio.

Vilanova volverá a estar el año que viene en el banquillo, ratificado por la junta para cumplir su segundo año de contrato, pero después de cómo está acabando la temporada, deberá dar algunas pistas al secretario técnico, Andoni Zubizarreta, para introducir importantes cambios en el equipo y todo ello con una lista importante de bajas.

Con un nuevo equipo remozado, Vilanova tendrá la obligación de dar continuidad al ciclo, puesto en duda desde la temporada pasada, cuyo máximo objetivo volverá a ser la lucha al máximo en todas las batallas, especialmente en la Liga y la Liga de Campeones, donde se podría cruzar con uno de los arquitectos del actual Barcelona; Josep Guardiola, quien será el próximo entrenador del Bayern de Múnich.

A falta de cuatro jornadas para la conclusión de la Liga, el Barça se ha proclamado campeón con 88 puntos, hecho que a falta de por disputarse aún doce le colocan en la posición de superar un récord propio, como son los 100 puntos, que a poco se quedó de alcanzar en la 2009-10, cuando se quedó a 99.

En el capítulo en el que sí que podría intentarlo es en el los goles, ya que los 121 tantos que anotó el año pasado el Madrid (récord de la Liga) podrían ser un desafío para este último tramo liguero para los azulgrana, después de llevar 109 en 35 jornadas.

Donde los números del Barcelona han resultado insuperables han sido en la cantidad de partidos ininterrumpidamente en la Liga que lleva marcado un gol como mínimo (52).

La gran estrella azulgrana, el argentino Lionel Messi, cerca de los 50 goles que marcó la temporada pasada, este año ha mantenido un tono similar, aunque se ha perdido algunos partidos por lesión en el tramo final. A pesar de ello, lleva 46 goles y la nota más destacada es que desde la jornada 11, frente al Mallorca, a la 29, contra el Celta, el argentino cerró una vuelta entera marcando a todos sus rivales; 31 goles en 19 partidos.

Otro de los récords batidos por el Barça esta temporada, que podría igualar los 100 puntos conseguidos por el Madrid la pasada temporada si gana los tres partidos que le quedan en liza, ha sido el de puntos en la primera vuelta, al lograr 55 sobre 57 posibles, tres más que el anterior registro, que ostentaba también el Barça de Guardiola en la temporada 2010-11, con 52 puntos.

El Barça alza el título de Liga en un momento en que le rodean algunas dudas, pero amparado por unos números y récords indiscutibles, que le volverán a poner la temporada que viene como el equipo a batir y, a la vez, a continuar con el ciclo ganador del último decenio. EFE

Por ccarrera