Keith y Mary Perry señalaron que su hija necesitaba curarse, incluso pidieron que sus fans recen por ella y por su salvación.
El padre de Perry confesó que está preocupado por el estilo de vida que lleva la cantante, ya que según ellos, desde que la hermosa chica se convirtió en estrella, está corrompida.
Además Keith afirmó que asistió a un concierto de la intérprete en California, en el que había más de 20 mil personas y que terminó llorando porque los seguidores adoraban más a Perry que a Dios.
La forma en la que la diva se ha ganado el corazón de sus fans genera ira en sus progenitores que la ven endemoniada.