Mientras que la recordada Carrie Bradshaw presumía ante los fotógrafos que se desvivían por captarla, Jennifer decidió hacerle un photobomb, saltando detrás de ella con el brazo hacia arriba y una gran sonrisa.
A Parker no pareció molestarle, por el contrario, luego se le vio conversando juntas amenamente admirando el tocado diseñado por Philip Treacy.
Definitivamente en ocasiones ese alejamiento del glamour de Hollywwod es encantador.