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1 may (EFE).- El aspirante nominado por Ecuador para integrar la CIDH pidió hoy precisar el método de elaboración de la «lista negra» de derechos humanos y propiciar que el órgano cuente más con la perspectiva de los Estados en su trabajo; y el candidato de EE.UU. pidió a su país que ratifique la Convención Americana.

CIDHEn un foro en el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA), los seis candidatos a ocupar un puesto en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a partir de enero de 2014 compartieron sus ideas sobre el futuro del órgano.

El candidato postulado por el Gobierno de Ecuador, Erick Roberts Garcés, enumeró los cambios que impulsará de ser seleccionado para una de las tres vacantes que se abrirán el próximo 31 de diciembre, y para las que se han convocado elecciones que tendrán lugar en la Asamblea General de la OEA de junio en Antigua (Guatemala).

Roberts Garcés, exabogado del Estado de Ecuador, consideró necesario modificar el Capítulo IV del informe anual de la CIDH, conocido como la «lista negra» de países que no cumplen en derechos humanos en la región, para «precisar» su metodología.

«El procedimiento que se ha empleado para el (Capítulo) debe atender a los criterios de periodicidad, transparencia y pluralidad de fuentes con el fin de posibilitar una evaluación real de la situación en la región», consideró Garcés.

La CIDH aprobó en marzo una propuesta para su propia reforma por la que, además de señalar a los países que deben mejorar en su respeto a los derechos humanos, incluirá una panorámica de la situación general en todo el continente.

No obstante, ese cambio no satisfizo a Ecuador, Venezuela, Nicaragua y Bolivia, que creen que la CIDH no es lo suficientemente clara en los criterios que usa para incluir a un país y no a otro.

El candidato ecuatoriano consideró además necesario «resolver la paradoja de que la CIDH tiende a convertirse en nido para abogados especializados» en derechos humanos desde la perspectiva de los activistas y la sociedad civil.

«Es beneficioso también que haya abogados especializados en derechos humanos desde perspectivas de las políticas públicas, que pertenezcan a las instituciones jurídicas de los Estados, para garantizar un equilibrio en la toma de decisiones dentro de la Comisión», opinó.

Consideró además que las medidas cautelares «deben ser fundamentadas y motivadas», para «no permitir que sean parte de abuso mediático por parte de los usuarios»; y sobre las relatorías propuso «impulsar un proyecto que integre las capacidades técnicas de todas las relatorías en condición de especiales, sin excepción».

Por su parte, el profesor de la Universidad de Stanford (California) James L. Cavallaro, postulado por el Gobierno de EE.UU. para integrar la Comisión, reconoció el obstáculo que representa que su país no haya ratificado la Convención Americana de Derechos Humanos (CADH).

«Creo que mi país, Estados Unidos, debe ratificar la convención, y he urgido a las autoridades relevantes a hacerlo», aseguró, aunque también consideró necesario que ese paso pueda «compaginarse con los objetivos en derechos humanos de cada país».

Además de Roberts y Cavallaro, hay dos nuevos candidatos a integrar la Comisión: el peruano Javier de Balaúnde López de Romaña y el brasileño Paulo de Tarso Vannuchi.

A ellos se suman dos comisionados que optan a la reelección para otros cuatro años: el colombiano Rodrigo Escobar Gil y el mexicano José de Jesús Orozco Henríquez.

Todos ellos abogaron por mejorar el retraso procesal que acumula la CIDH, porque «una justicia que tarda no termina siendo justicia plena», en palabras del candidato de Perú. EFE

Por sfeijoo