El británico Jenson Button (Mclaren-Mercedes) ganó ayer por segundo año consecutivo el Gran Premio de Australia, al término de una carrera espectacular en la que Fernando Alonso (Ferrari) tuvo que remontar desde el último al cuarto puesto y salvar el liderato del mundial de pilotos.
El podio lo completaron el polaco de Renault, Robert Kubica, segundo, y el brasileño de Ferrari Felipe Massa, tercero. El gran perdedor de la jornada fue Red Bull, que partía como gran favorito pero vio cómo el alemán Sebastian Vettel quedó fuera de carrera y el australiano Mark Webber tuvo que conformarse con el noveno puesto. El alemán Michael Schumacher ( Mercedes), finalizó décimo.
La lluvia que comenzó a caer un cuarto de hora antes del inicio de la prueba dio a la carrera un plus de espectacularidad, dado que la pista se secó muy pronto y dio lugar a tácticas muy diferentes de las escuderías.
Fernando Alonso, que partía desde la tercera posición, lo hizo muy mal, y no solo fue superado por su compañero, el brasileño Felipe Massa, que partía justo detrás suyo, sino que al llegar a la primera curva estaba emparedado entre Button y el alemán Michael Schumacher.
Como no había espacio para los tres coches, se tocaron y Button pudo seguir la carrera, Alonso dio un trompo y se quedó en sentido inverso a la marcha y tuvo que dejar pasar a todos para volver a incorporarse a la carrera.
“Creo que los pilotos son los que tienen más datos para saber en qué condiciones se encuentra la pista. Los equipos pueden ver las nubes, pero nosotros somos los que sentimos como se comporta el coche”, señaló el vencedor del GP de Australia.
* El 4 de abril se disputará el Gran Premio de Malasia en el circuito de Sepang.
