«Por eso estamos acá, para buscar esas alianzas estratégicas y trabajar de manera conjunta en el Ecuador, solucionar los problemas nacionales que pueden serlo también del subcontinente americano o incluso mundiales», indicó Espinosa en una entrevista con Efe en Bruselas.
A lo largo de una gira europea que inició la semana pasada y que le ha llevado a recorrer Alemania, España, Francia y Bélgica, el ministro ecuatoriano insistió en que el objetivo de su país es «buscar con países que tienen alto nivel de desarrollo objetivos comunes de investigación», que favorezcan también el «nuevo formato de desarrollo endógeno» que persigue Ecuador.
Según Espinosa, este tipo de desarrollo tiene como meta que la economía ecuatoriana «deje de sustentarse en la producción primaria y extracción de recursos naturales, no renovables, y vaya hacia una economía basada en el conocimiento».
Ecuador, explicó el ministro, invierte en el fortalecimiento de la infraestructura del aparato productivo financiando «becas sin restricción presupuestaria», consistentes en que el Estado ecuatoriano apoya a sus estudiantes que sean admitidos en una universidad de excelencia en el mundo y se comprometa a volver para contribuir con sus conocimientos al desarrollo de su país.
El país andino también invierte en reforzar su estructura de investigación, para lo que busca «aliados estratégicos con alto desarrollo tecnológico para crear de manera conjunta soluciones», señaló Espinosa.
«Somos un país de renta media que, para dar saltos cualitativos, necesitamos ampararnos en la ciencia para resolver problemas sociales y económicos», apuntó.
En ese contexto se enmarca su visita a Europa, donde mantuvo en Francia reuniones con el Centro Nacional para Investigación y el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo, o en Bélgica con la Fundación Europea para la Gestión de la Calidad (EFQM, por sus siglas en inglés) o la compañía belga Kinetic, centrada en el sector espacial, comentó el ministro.
Como parte de esa estrategia indicó que Ecuador también está creando cuatro nuevas universidades llamadas a ser insignia del desarrollo tecnológico en el país.
Una de ellas es la Universidad y Ciudad del Conocimiento en Yachay, un campus que se está levantando en la provincia de Imbabura, en el norte del país, que concentrará investigación sobre tecnologías de la información y la comunicación, petroquímica o nanotecnología, y aglutinará además empresas tecnológicas.
Por otra parte, se están construyendo las tres sedes con la que contará la futura Universidad de Ikiam, en la Amazonía ecuatoriana.
La del norte, donde se concentra la industria petrolera, estará dedicada a la restauración ambiental; la del sur, donde están los principales yacimientos, estará orientada a optimizar los procesos productivos de la minería y la metalurgia, y, la del centro, será el campus principal y se dedicará a las «ciencias de la vida», como por ejemplo la agricultura.
Ecuador ha proyectado la Universidad Nacional de Educación, que formará a docentes que garantizarán la sostenibilidad del sistema educativo, y la Universidad de las Artes, en Guayaquil.
Espinosa se mostró confiado en que su país sea un referente en América Latina a la hora de erradicar la «mercantilización de la educación superior» en favor de la excelencia, suprimiendo universidades «mercantiles» que no aportaban «calidad, sino buenos negocios para sus patrocinadores».
«Estamos en un proceso fuerte de depuración y de garantía de la calidad de la educación superior», comentó.
Valoró también la intención de su país de convertir la educación en un «instrumento de movilidad social ascendente», al favorecer el acceso a la universidad a la población con menos ingresos.
En su opinión, un futuro acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) enfocado en el desarrollo, como quiere Ecuador, ayudaría a conseguir los objetivos de la «revolución del conocimiento«.
«Tenemos la voluntad política de conversar» sobre la posibilidad de retomar esas negociaciones con la UE suspendidas en 2009 por diferencias principalmente en el terreno de la propiedad intelectual, señaló. EFE