Es el primero de una serie de conjuntos que se crearán de acuerdo al Plan de Vivienda del Centro Histórico, que promueve la oferta de 3.000 soluciones habitacionales en inmuebles patrimoniales.
Con una inversión de 510.375 dólares, que incluyó la compra y rehabilitación del inmueble, el Municipio rehabilitó el edificio para convertirlo en un complejo de viviendas sin afectar su configuración.