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21 abr (EFE).- Dueño de un emporio empresarial y de un turbio pasado, Horacio Cartes entró en el Partido Colorado en 2009 y ha conseguido en apenas tres años hacerse con su liderazgo y con la Presidencia de Paraguay.

Vencedor de las elecciones presidenciales de hoy con el 45,91 por ciento de los votos, Cartes fundó en noviembre de 2010 el movimiento interno Honor Colorado (HC, siglas también de su nombre y apellido), que contó con fuerte oposición de dirigentes históricos del partido a los que, uno a uno, se fue ganando para su causa.

«Un nuevo rumbo para el Paraguay» fue la promesa de este multimillonario, que hoy reiteró en sus primeros discursos como presidente electo.HORACIO-CARTES

Nacido en Asunción el 5 de julio de 1956, Horacio Manuel Cartes Jara completó la educación secundaria y se trasladó a EEUU para hacer estudios técnicos (motores de aviación) y una pasantía en Kansas con la Cessna, empresa de la que su padre era representante en Paraguay.

Con 19 años, según su biografía oficial, regresó a Paraguay y «comenzó sus actividades de emprendimiento comercial» en una casa de cambios que después se convirtió en el Banco Amambay, pilar de un emporio de 25 empresas (tabacos, bebidas, ganadería, transporte, comercio) que da hoy empleo a unas 3.000 personas.

Cuatro años estuvo fugado en su juventud acusado de participar en un esquema ilegal de obtención de dólares preferenciales, pero sus abogados aseveran que fue un «perseguido» de la dictadura de Alfredo Stroessner, a cuyo término en 1989 Cartes regresó, «se dio por detenido y demostró su inocencia».

A lo largo de la pasada década, lo investigaron en Brasil, y también la DEA estadounidense, por lavado de dinero y contrabando de cigarrillos y enParaguay por la aparición de cargamentos de droga en alguna de sus propiedades, mas como destacan sus representantes nunca fue procesado.

«Yo no estaría pretendiendo ser presidente si tengo relación con narcotraficantes y tampoco pretendo legalizar nada. Tuve amigos y compañeros de promoción con quienes jugaba al fútbol que malograron sus vidas», expuso Cartes en una entrevista durante la campaña.

Dice su biografía que el fútbol es su «pasión» y desde 2001 preside el Club Libertad, pero el éxito en los negocios y el deporte no fue suficiente para él y se lanzó a la política, aunque según la prensa hasta ahora nunca había votado.

El expresidente paraguayo Nicanor Duarte dijo que, con su ingreso en la Asociación Nacional Republicana (ANR o Partido Colorado), comenzaba «la era de la pornografía política» y la presidenta del partido, Lilián Samaniego, aireó sus vínculos con el narcotráfico, pero ambos terminaron sumándose a su proyecto.

Fernando Lugo lo acusó de orquestar el juicio político en el que fue destituido como presidente, en junio de 2012.

Y su rival por la Presidencia en los comicios de hoy, el liberal Efraín Alegre, además de llamarlo «narco», se burlaba de que es un «muñeco» que se tiene que aprender de memoria los discursos.

Aunque Cartes ha rehuido el debate y se le percibe incómodo con cierta prensa, una costosa campaña de publicidad consiguió trasladar a buena parte de la ciudadanía una imagen de frescura campechana y una promesa de eficacia frente al «prebendarismo» tradicional de la clase política paraguaya.

El nuevo presidente promete gestionar el país con el mismo éxito que su Grupo Cartes, que vende refrescos y tabaco hasta en EEUU, como no se cansaba de repetir su propaganda.

Separado hace años de su esposa, María Montaña, con la que tiene tres hijos de 15 a 28 años, se le han atribuido romances con modelos varias. La mujer siempre a su lado es su hermana, Sara, que estudió Administración de Empresas y ocupa un despacho junto a él en el Grupo Cartes. EFE

Por ccarrera