Alonso cubrió las 56 vueltas a la pista china, para un recorrido total de 305 kilómetros, en una hora, 36 minutos, 26 segundos y 945 milésimas y se impuso por delante del finlandés Kimi Raikkonen (Lotus) y del inglés Lewis Hamilton (Mercedes).
Que lo acompañaron en el podio de una carrera histórica en la que los cinco campeones mundiales en pista coparon los primeros cinco puestos, con el alemán Sebastian Vettel (Red Bull), líder del Mundial, en el cuarto puesto, por delante del inglés Jenson Button (McLaren).
Alonso, que fue a tres paradas, arrancó muy bien desde la tercera plaza y superó en la salida a Raikkonen, rebasado también por Massa, que acabaría quinto, confirmando el sensacional momento de la escudería Ferrari, que vuelve a vislumbrar posibilidades reales de gloria.
Los dos pilotos de Ferrari adelantaron al unísono, antes de la primera curva de la quinta vuelta, a Hamilton, que había arrancado primero, tras haber firmado el sábado su vigésima séptima ‘pole’.
A partir de ahí, Alonso gestionó a la perfección la prueba, se unió a Hamilton (que lo había hecho en 2008 y 2011) en su condición de único doble ganador en Shanghái; y, lo más importante de todo, igualó las 31 victorias que logró Mansell, campeón mundial en 1992.
«El león» de Worcestershire subió por primera vez a lo más alto del podio en el Gran Premio de Europa de 1985 (en Brands Hatch, Inglaterra) y añadió otros treinta triunfos para llegar al trigésimo primero, que festejó en el de Australia de 1994 (en Adelaida).
Vettel, ganador en Malasia tras desoír instrucciones internas en detrimento de su compañero australiano Mark Webber -que culminó un fin de semana de pesadilla, saliendo último por la sanción del sábado y retirándose tras perder una rueda-, que ahora lidera el Mundial con 52 puntos, tres más que Kimi y con nueve sobre Alonso, partía desde la novena plaza.
Pero al igual que Button -que arrancó octavo- lo hizo con neumáticos medios, a diferencia de los siete primeros en parrilla, que lo hicieron con el compuesto blando.
La degradación de los neumáticos era la principal preocupación de Alonso, que paró por primera vez en la vuelta 7 y en la undécima era sexto, por detrás de los alemanes Nico Hülkenberg (Sauber) -décimo hoy- y Vettel; de Button, del mexicano Sergio Pérez (McLaren) -que se tuvo que conformar con el undécimo puesto- y del escocés Paul di Resta (Force India), octavo en Shánghai.
Pero todos ellos aún no habían entrado en garaje. Y antes de su segunda parada, en el vigésimo cuarto giro, Alonso ya había recuperado el liderato, que cedió momentáneamente a Vettel después de su segundo ‘pit stop’.
Kimi Raikkonen, ganador de la prueba inaugural, en Melbourne, circulaba quinto, a 11,2; con Massa sexto, a 20,5 de Alonso, que ganó su primera carrera hace casi diez años, al imponerse en el Gran Premio de Hungría, en agosto de 2003. Con 22 años y 26 días.
El español paró por tercera vez en la vuelta 41 y salió de talleres en segunda posición, a poco más de un segundo del ‘pequeño Kaiser’ (que había parado por segunda vez en la 32), al que rebasó sin problema alguno dos giros más adelante.
A partir de ahí, condujo silbando hasta meta, adonde llegó con diez segundos de ventaja sobre Raikkonen y doce respecto a Hamilton, que se libró por los pelos de perder la tercera plaza en favor de Vettel. Que, tras parar en la 51, ‘voló’ las últimas cinco con blandos y acabó cuarto, conformándose con la vuelta rápida, que marcó en la 53.
Alonso festejó la victoria -la décima con Ferrari, a las que une 17 con Renault y cuatro con McLaren- en una «carrera fantástica, de principio al fin», como él mismo indicó en la ceremonia del podio, que ofició el expiloto escocés David Coulthard.
Sólo lo superan en triunfos otros tres mitos: el alemán Michael Schumacher, séptuple campen del mundo, que detenta el estratosférico récord de 91 victorias en Fórmula Uno; el francés Alains Prost, que festejó cuatro títulos y subió 51 veces a lo alto del podio; y el malogrado Ayrton Senna, triple campeón mundial para Brasil, que ganó 41 veces.
Fernando Alonso suma y sigue. Hoy presentó su candidatura a un tercer título, el primero del español con la ‘Scuderia’, después de los logrados en 2005 y 2006 con Renault. Consagrado como buque insignia de Ferrari e idolatrado, asimismo, por ese motivo, en Italia. Alonso es una leyenda. EFE