En el circo de la Fórmula Uno cada punto es vital, o eso debió pensar hoy Vettel, triple campeón mundial, después de sobrepasar a Webber en un adelantamiento en los últimos giros que podía haber tenido consecuencias nefastas para la escudería austríaca.
Desoyendo al director de Red Bull, Christian Horner, de mantener la posición para asegurar los puntos, el joven prodigio alemán se jugó un adelantamiento evitable para sumar una nueva victoria y colocarse como líder del Mundial, sobrepasando al finlandés Kimi Raikkonen (Lotus), vencedor en Australia y séptimo hoy.
Esta acción enfureció a su compañero de equipo, el veterano australiano, Mark Webber, curtido en mil batallas, pero que ve temporada tras temporada, el claro favoritismo de su escudería por el piloto de Heppenheim.
«Después de la última parada en boxes, el equipo me dijo que la carrera había terminado, que nos mantuviéramos en esas posiciones y arriesgáramos lo menos posible de cara al final. Vettel tomó sus propias decisiones y no hizo caso a las órdenes de equipo, pero no pasará nada porque está protegido. Siempre sucede lo mismo», espetó enfadado el piloto australiano tras la carrera.
Pese al enfrentamiento entre los dos Red Bull, la escudería austríaca volvió a demostrar su superioridad en el circuito, en una carrera en la que los únicos que pudieron hacerle frente fueron los Mercedes del inglés Lewis Hamilton y del alemán Nico Rosberg, enfrascados también en una pelea por subir al tercer puesto del cajón.
A diferencia de Vettel, Rosberg acató las órdenes de su equipo que, pese a rodar más rápido que el nuevo fichaje de la escudería alemana, no le permitieron adelantar al británico por miedo a perder unos valiosos puntos para el mundial de constructores.
El gran premio fue dramático para el español Fernando Alonso (Ferrari), doble campeón del mundo y gran conocedor del circuito malayo, donde ha logrado la victoria en tres ocasiones con tres escuderías diferentes: Renault en 2005, McLaren en 2007 y Ferrari el pasado año.
Si bien el segundo y tercer puesto en la parrilla de salida y el optimismo mostrado por el asturiano ayer tras la calificación podían augurar una nueva victoria de la escudería italiana, el resultado final no pudo ser más desfavorable.
En la que iba a ser una carrera casi de celebración para Alonso, la carrera en la que festejaba su gran premio número 200 desde su llegada a la Fórmula Uno en 2001, un ligero toque con Vettel saliendo de la primera curva de la primera vuelta dañó su alerón delantero y le condenó a un abandono con el que nadie contaba.
Pese a intentar continuar, el alerón salió por los aires en la recta de meta, lo que le obligó a abandonar la carrera en el segundo giro.
«No hemos tenido suerte hoy y es una pena, porque podíamos haber luchado con los Red Bull, pero las circunstancias no ayudan», dijo el español tras el gran premio.
Alonso, que aseguró estar «ya centrado en las siguientes carreras», marcha sexto, pero confiado en que las peleas internas de los líderes y el buen rendimiento de su Ferrari puedan ayudarle a acortar distancias con los de arriba en los próximos grandes premios. EFE