La denominada ruta VIVA alcanza el 37% de avance. El alcalde de Quito hizo un recorrido y constató el proceso vial ejecutado.
La Vía de Integración de los Valles ‘Ruta VIVA’, obra cuya primera fase comenzó a construirse en agosto pasado, registra ya un 37% de avance. Con esta ruta, la carga vehicular de la avenida Interoceánica se reducirá en un 50% aproximadamente, llegando a 22.300 vehículos por día.
El pasado lunes, el alcalde Augusto Barrera hizo un recorrido por varios frentes de trabajo de la fase 1. Entre ellos, visitó las obras que se efectúan en la avenida Simón Bolívar, en el intercambiador Auquitas, en el puente del colegio SEK, La Primavera y en el escalón Lumbisí.
En el intercambiador Auquitas, frente al colegio Johannes Kepler, se trabaja en el paso deprimido y la colocación de las columnas que sostendrán los dos puentes de la zona. Además está la configuración de un redondel para que los vehículos puedan salir del valle de Tumbaco y dirigirse al norte o sur de la ciudad.
En el segundo punto, ubicado a la altura del colegio SEK, también se levantan las columnas para lanzar un puente que permitirá a los habitantes de Santa Rosa y San Patricio conectarse con la Ruta Viva. En el tercer punto, localizado en La Primavera, ya está cimentada la vía y el trazado de 6 carriles.
Posteriormente, se inspeccionó las obras que se ejecutan en el sector de la quebrada Lumbisí, hasta desembocar con la Interoceánica en el redondel Auqui-Primavera.
Descongestionar al aeropuerto
La Ruta VIVA no solo es un tobogán al nuevo aeropuerto quiteño sino que tendrá varios escalones que ayudarán a descongestionar Tumbaco y sus parroquias aledañas.
Claro que el flujo vehicular al nuevo aeropuerto es importante, pero una vez que se entregue la fase uno a fines de año se solucionará la congestión de Tumbaco y Cumbayá.