El soldado colombiano Alexander Mandón tiene el extraño don de atraer los rayos. Ya ha recibido cuatro descargas.
Los extraños sucesos comenzaron hace seis meses. Alexander servía en el batallón de Infantería Rifles en Cartagena, en el norte de Colombia, cuando de manera repentina le cayó un rayo. El hombre sobrevivió y no sufrió herida alguna.
Semanas más tarde, otras dos descargas cayeron sobre él. Debido a esto, el comandante del batallón decidió separar a Alexander del pelotón, ya que podía ser peligroso para el resto de la compañía.
Alexander, fue enviado de licencia a su casa en la localidad de Sampués, en donde la probabilidad de tormentas eléctricas es menor. Sin embargo un nuevo rayo lo alcanzo dejándolo inconsciente en el suelo.
La familia del soldado decidió acompañarlo al médico, quien se mostró muy sorprendido de que las potentes descargas eléctricas no le hayan provocado lesiones.
El diagnóstico del médico fue un exceso de energía estática en su cuerpo, por ello le recetó como tratamiento enterrarse semidesnudo hasta el cuello para sacarse la corriente que lo atormenta desde hace más de un año.
Los días de lluvia Alexander prefiere quedarse dentro de su casa alejado de las ventanas y puertas.
¡Debería estar muerto!
Los efectos de un rayo en el cuerpo humano siempre son graves: el 10% de las víctimas mueren al instante, más del 70% de los supervivientes tienen secuelas permanentes. La víctima sufre lesiones complejas producidas por la electrización, es decir, la energía de la corriente que atraviesa el cuerpo puede ser suficiente para acarrear perturbaciones cardiovasculares y neurológicas graves, a veces mortales. Además provoca traumatismos y trastornos psicológicos. ¿Cómo es posible que el soldado siga ileso tras caerle cuatro rayos?