Lindsay Lohan quiso llegar a Florianopolis en Brasil con mucho glamour.
Para ello eligió unas buenas gafas de sol y un vestido gris muy fino que combinó con una elegante cartera.
Sin embargo, al bajar del helicóptero casi queda expuesta y muestra uno de sus senos.
Al parecer, hay algo que todo el dinero de Hollywood no puede comprar: sostenes.