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30 mar (EFE).- América es el continente de las aves y así lo constata que entre Alaska y Tierra del Fuego haya cerca de 2.500 «puntos calientes» de protección para las 7.000 especies asociadas a la biodiversidad de su territorio y por cuya conservación vela la recién premiada en España «Birdlife International».

La mayor alianza mundial de organizaciones conservacionistas, con presencia en 117 países -en España a través de la Sociedad Española de Ornitología (SEO)- recibió este mes de marzo el premio de la Fundación BBVA a las buenas prácticas para la Conservación de la Biodiversidad (BIOCOM 2011), en su categoría para Latinoamérica. América es el continente de las aves, según Birdlife International

Su trabajo en la identificación de «áreas importantes para las aves (IBA, por su denominación en inglés) ha localizado 2.345 puntos durante los últimos quince años a lo largo de todo el territorio americano.

Esos «puntos calientes», subrayó la Fundación al fallar el premio, se han convertido en referencias esenciales para diseñar estrategias de conservación compatibles con otros proyectos de desarrollo.

«América es el continente de las aves, con una presencia de más de 7.000 especies de las 10.000 que se estima que hay en todo el mundo y el conocimiento que aporta la región marca estrategias de conservación para otros continentes», explicó a EFE Amiro Pérez-Leroux, director regional de «Birdlife International», con sede en Quito.

Según Pérez-Leroux, biólogo de nacionalidad dominicana, «las aves son el primer paso de conservación de un entorno. Si se protege la especie, se beneficia el bosque, el agua y todos los recursos naturales».

Particularmente «enamorado» de los colibríes, de los que, solo en Ecuador, hay 80 especies diferentes, el experto considera que «la protección de la naturaleza requiere un esfuerzo de colaboración mundial. Uno solo no puede».

El objetivo de las IBA, con las que se empezó a trabajar en América en 1995, es frenar la destrucción y degradación del hábitat, la causa principal de pérdida de biodiversidad: la riqueza biológica.

Una vez localizadas, se buscan estrategias de conservación con administraciones locales nacionales y regionales que no siempre están reñidas con diferentes procesos de desarrollo, indicó.

El programa IBA en América cubre desde Tierra de Fuego, en el extremo sur, hasta Alaska y el Ártico de Canadá en el norte e incluye a siete de los diecisiete países «megadiversos» de todo el mundo, aquellos en los que se concentra la mayor parte de la biodiversidad del planeta y también las regiones donde habita casi el 40 % de las especies de aves amenazadas.

La mayoría de las 2.345 IBA americanas identificadas hasta la fecha están en Latinoamérica, donde hay hasta doce países con más del 30 % de su superficie catalogada con esta distinción.

El tamaño de cada una varía desde menos de una hectárea, en Barbados, hasta las 7,3 millones de hectáreas de Taboocais, en Brasil, la mayor IBA de América y de todo el mundo.

Como referencia general, «Birdlife» señala que el 85 % de las IBA tienen entre 1.000 y 1.000.000 de hectáreas.

Antes de determinar si una zona es IBA, «Birdlife» analiza la documentación que aportan socios, administraciones y expertos locales, que incluye, entre otros criterios, si el área candidata es hábitat de aves amenazadas, si es punto de reunión de aves con una distribución restringida o si congrega una avifauna importante a escala global.

Hasta la fecha, hay en todo el mundo cerca de 11.000 IBA en doscientos países y territorios gestionados por «Birdlife» y sus socios. EFE

Por ccarrera