El piloto de la escudería austríaca, de 25 años, se impuso hoy en el trazado malayo, no sin controversia, después de no hacer caso a Christian Horner, director de Red Bull, y librar una ardua batalla con Webber por el primer puesto de la clasificación.
«Me he equivocado. Me gustaría tener una buena excusa sobre mi comportamiento, pero no la tengo. Entiendo el enfado de Mark y del equipo por lo que hice. Debo una explicación a toda la escudería e intentaré hacerlo luego», indicó Webber, en unas declaraciones publicadas por Red Bull al término de la carrera.
«Mark y yo estamos acostumbrados a pelear y a juntar los bólidos, pero estando los neumáticos como están y desconociendo cuánto durarán, fue demasiado arriesgado desoír las instrucciones del equipo de mantenerme segundo», explicó el tricampeón mundial.
«Podríamos haber finalizado octavo y noveno después de destrozar los neumáticos en esa vuelta. Puse mis intereses personales por encima de los del equipo y fue un error. No estoy contento con mi acción y pido perdón. Si pudiera volver atrás, lo haría», concluyó Vettel.
Su compañero de equipo, el australiano Mark Webber, de 36 años, se mostró «contento» por su conducción de hoy, pero aseguró estar «decepcionado con el resultado final» del gran premio.
«Creo que Sebastian (Vettel) me tiene un gran respeto. Yo también lo respeto a él, pero creo que hoy no hizo lo correcto. Desafortunadamente no hay un botón para rebobinar lo sucedido, pero ahora tenemos tres semanas hasta el siguiente gran premio para pensar y evaluar lo que ha pasado hoy», añadió el veterano piloto australiano.
El director de la escudería austríaca, Christian Horner, destacó, «por encima de todo», la «espectacular actuación del coche y los operarios».
«Hay un gran debate sobre todo lo sucedido al final de la carrera. Nosotros lo que queríamos era conservar los neumáticos y los coches intactos y llegar a la bandera a cuadros sumando los máximos puntos posibles», dijo Horner.
«Sin embargo, a veces los intereses personales de los pilotos pueden chocar con los de las escuderías. Sebastian decidió no hacer caso a las instrucciones. Lo sucedido hoy no debería haber pasado y es algo que se tratará dentro del seno del equipo», concluyó el director de la escudería austríaca. EFE