Tras la ‘fumata blanca’ que salió de la Capilla Sixtina, el mundo católico conoció hoy al sucesor de Benedicto XVI. El argentino Jorge Mario Bergoglio es el nuevo sumo pontífice de la Iglesia Católica.
El catolicismo ha tomado un cambio radical en su historia, ya que por primera vez se ha elegido a un papa sudamericano y de la orden jesuita. A las 7h00 de la tarde (13h00 hora de Ecuador), se vio la fumata blanca salir de la Capilla Sixtina, lo que indicó la elección del nuevo papa. Luego de varios minutos de expectativa, el cardenal argentino y obispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio fue presentado como el nuevo Papa. “¿Quo nomine vis vocari?” (“¿Con que nombre quieres ser llamado?”). El nuevo pontífice respondió “vocabor Franciscus” (Me llamaré Francisco). Es la pregunta que le ha hecho el cardenal Giovanni Battista Re al nuevo papa, en nombre todos los electores.
El nuevo pontífice, jesuita de 76 años, es el 266 pontífice que sucede al alemán Benedicto XVI, quien renunció el pasado febrero.
El anuncio de la elección del 266 papa de la historia de la Iglesia lo hizo el primer cardenal de los diáconos, el francés Jean Louis Tauran. El nuevo pontífice fue elegido en la tercera votación que se realizó en el cónclave, iniciado este martes. Cabe destacar que Bergoglio era uno de los más fuertes candidatos, ya que fue el segundo más votado en el cónclave de 2005, en el que fue elegido el alemán Joseph Ratzinger, Benedicto XVI.
La Plaza de San Pedro, repleta de creyentes esperaron con ansias la presentación del papa. Finalmente, tras salir del balcón principal de la Catedral, dio sus primeras palabras.
“Comenzamos este camino de la Iglesia de Roma, obispo y pueblo, juntos, en hermandad, amor y confianza recíproca. Recemos unos por otros, por todo el mundo, para que haya una gran hermandad. Este camino debe dar frutos para la nueva evangelización”, dijo Francisco, en su primera aparición ante los fieles tras ser elegido.
El nuevo papa se presentó ante las decenas de miles de fieles que llenaban la plaza del Vaticano vestido con la sotana blanca, pero sin esclavina roja.
“Hermanos y hermanas, buenas tardes. Sabéis que el deber de un cónclave es dar un obispo a Roma y parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo al fin del mundo, pero ya estamos aquí”, fueron las primeras palabras que pronunció, en medio de los aplausos de los presentes y ondear de banderas argentinas. Después, pidió a los fieles que pidan a Dios que le bendiga y tuvo palabras de recuerdo para Benedicto XVI, quien, según fuentes vaticanas, ha seguido la “fumata blanca”, el anuncio y la presentación del nuevo papa por televisión.
Francisco impartió su primera bendición Urbi et Orbi, a la ciudad de Roma y a todo el mundo.
Los fieles latinoamericanos que se desplazaron hasta la plaza de del Vaticano celebraron el momento histórico de la elección del primer pontífice de la región.
La alegría entre los latinoamericanos congregados en San Pedro, sobre todo entre los argentinos, se desató en el momento del “Habemus papam”.
Las reacciones en su país natal no se hicieron esperar. La catedral de Buenos Aires se llenó rápidamente de feligreses, que después de unos minutos de silencio para digerir la noticia, irrumpieron en aplausos, gritos de “¡Viva el Papa!! y ¡Francisco, Francisco!!”.
Instantes después se rezó un rosario en acción de gracias por la elección del cardenal Bergoglio.
Los turistas de distintas provincias del país y del extranjero que se encontraban en Plaza de Mayo se acercaron al templo católico para sumarse a la alegría por el nombramiento del nuevo Papa. Sobre sus hombros estará la Iglesia que pasa por un momento crucial. EFE.