La muerte de un bebé que dormía en un coche que fue robado ha provocado indignación en China.
El lunes, un hombre robó un automóvil estacionado fuera de una tienda en Changchun, en la provincia de Jilin, y se dirigió a la autopista.
De dos meses de edad, el bebé fue enterrado en la nieve y posteriormente encontrado el martes por la policía, que desplegó recursos y 3.500 oficiales para dar con su paradero.
La muerte del bebé fue recibida con conmoción, incredulidad e indignación en los medios de comunicación chinos y las redes sociales, y amenaza con eclipsar la cobertura de la Asamblea Popular Nacional, que se realiza mientras tanto.