Los blancos, que habían empatado a uno en la ida, se sobrepusieron a un gol en propia puerta del español Sergio Ramos en el minuto tres de la segunda parte y a la férrea defensa que habían plantado en Old Trafford unos «diablos rojos» que planeaban pasar la eliminatoria al contragolpe, pero se vieron mermados por la tarjeta roja que vio Nani en el minuto 56.
Con un futbolista más, los de José Mourinho supieron darle la vuelta al marcador y defenderse después de las últimas embestidas de los ingleses, que se encontraron con la firme oposición del arquero Diego López.
Mourinho se fió más del argentino Gonzalo Higuaín que del francés Karim Benzema para hacer de nueve y mantuvo en la defensa al joven Rafael Varane en detrimento de Pepe, que vio el inicio del duelo desde el banquillo.
A pocos metros del defensa portugués descansaba también el inglés Wayne Rooney, sacrificado por Ferguson para dar entrada a su compatriota Danny Welbeck, mejor capacitado, en opinión del veterano escocés, para combinar su posición de ataque con la misión de tratar de parar los pies a Xabi Alonso.
La función en el «Teatro de los sueños» se abrió con dos ovaciones cerradas, una a Ronaldo, que regresaba a la que fue su casa durante seis temporadas, y otra a Ryan Giggs, que a sus 39 años cumplía, confinado en la banda derecha, mil encuentros como profesional.
El encuentro era de alta tensión y ambos equipos saltaron al césped con cautela, recelosos, si bien las intenciones de cada uno quedaron claras desde el inicio: el Madrid salía al ataque y los «diablos rojos» se conformaban con replegarse en su área.
Eran los blancos quienes bajaban el balón y trataban de acercarse al territorio del portero español David De Gea, pero la densidad de la ordenada defensa del United dificultaba su despliegue y solo Higuaín lograba fabricar una opción en los primeros compases, con un disparo desviado a la derecha.
Los locales, que habían renunciado al ataque de salida, cambiaron de idea al poco rato y encadenaron una serie de contragolpes que solo detuvo la velocidad de Ramos y Varane en defensa.
Tras el latigazo del United, los blancos recuperaron el pulso de un partido que se había convertido en una carrera de ida y vuelta: Ronaldo pudo cambiar el rumbo del encuentro con un balón que controló en el interior del área a la media hora pero que acabó cortando Vidic.
Diego López reclamó su parcela de protagonismo poco después, cuando desbarató la mejor opción de los ingleses al detener primero un remate del holandés Robin Van Persie y taponar acto seguido el disparo de Welbeck, atento al rechace.
La fortuna complicó la noche algo más a los blancos con la lesión de Di María, que tuvo que retirarse antes de la media parte y ceder su puesto al brasileño Kaká, y dio un hachazo a los de Mourinho nada más comenzar el segundo tiempo.
Los «diablos rojos» ensayaban su primer ataque en el segundo acto, cuando Nani le ganó un balón a Varane en la línea de fondo para ponerlo en horizontal hacia el área pequeña, donde Ramos, en su intento por despejarlo, lo envió a su propia red.
Los blancos bregaban ahora por forzar la prórroga ante un United que renunciaba una vez más a la posesión y sufría su propia dosis de desgracia con al expulsión de Nani, que lanzó una patada a Arbeloa en el centro del campo y dejó a los suyos con diez.
Con superioridad sobre el césped y un rival encerrado en su área, fue Modric, que acababa de saltar al campo, quien logró abrir el cerrojo de los de Ferguson con un obús lejano que hizo temblar el palo derecho de De Gea antes de hacer subir el 1-1 al marcador.
El empate dejó a los «diablos rojos» aturdidos y, tan solo tres minutos después, llegó la opción para Ronaldo, que concluyó una jugada colectiva para marcar el segundo gol de los blancos, que no celebró ante la que fue su afición hasta 2009.
Özil dejó el balón en profundidad para que Higuaín, desde la parte derecha del área, lanzara un tiro algo desviado hacia la izquierda que el portugués remató a gol, para desesperación de Ferguson, que se echaba las manos a la cabeza en la banda.
Los ingleses Michael Carrick y Wayne Rooney lucharon hasta el último minuto para lograr lo que parecía imposible, marcar otros dos goles, pero Diego López volvió a mostrarse inspirado y rechazó todas sus opciones.
– Ficha técnica:
1- Manchester United: De Gea; Rafael (Valencia, m.87), Ferdinand, Vidic, Evra; Carrick, Cleverley (Rooney, m.73); Nani, Welbeck (Young, m.81), Giggs; Van Persie.
2- Real Madrid: Diego López; Arbeloa (Modric, m.59), Varane, Ramos, Coentrao; Khedira, Xabi Alonso; Cristiano, Özil (Pepe, m.71), Di María (Kaká, m.44); Higuaín.
Goles: 1-0, m.48: Ramos (p.p.). 1-1, m.66: Modric. 1-2, m.69: Ronaldo.
Árbitro: Cüneyt Çakir (Turquía). Amonestó a Arbeloa, Kaká y Pepe (Real Madrid), así como a Evra y Carrick(Manchester United). Expulsó a Nani (Manchester United).
Incidencias: Encuentro de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones disputado en Old Trafford (Manchester, Reino Unido). EFE