Luis Noboa es un alemán que en sus venas lleva amor por el Barcelona. Está enamorado de los aires y del fútbol. Además colecciona decenas de camisetas.
Luis Noboa, vicepresidente del Barcelona tenía cinco o seis años de edad cuando pisó por primera vez un estadio sin imaginarse siquiera, que se convertiría en hincha del equipo más grande de esta patria.
Noboa de 45 años es un alemán, hijo de padres ecuatorianos, quien llegó al Ecuador a sus apenas dos años de vida, donde creció amando al fútbol. “Yo nací con esta pasión y poco a poco me fui inclinando por este equipo. En mi familia todos son barcelonistas”, indicó con orgullo.
La devoción que siente Noboa por el fútbol lo marcó como un coleccionista de camisetas de los jugadores del equipo amarillo y la Selección. “Guardo camisetas desde la época de los 80. Cuando las tengo entre mis manos me traen al recuerdo momentos insospechados. Son aproximadamente 60 entre las cuales existen ocho marcadas, remomerando algunas victorias”, añadió Luis Alfonso con profunda emoción.
Contó que son innumerables las vivencias que encierran estas camisetas. Mencionarlas resultaría infinito. “Opté por bordar en cada una de ellas los diferentes acontecimientos futbolísticos. Ahora sé exactamente en qué tiempo un jugador marcó un gol, como lo que se vivió cuando ganaron el partido contra Liga. Jamás se me olvidará ese minuto 45”, sostuvo muy convencido.
Dijo que conserva con añoranza las ‘pieles’ de los jugadores de la Selección, que han dejado huella en el exterior como Antonio Valencia, Cristian Noboa, Felipe Caicedo, … Son para mi perfectas reliquias.
Reveló que otras de sus grandes pasiones es volar aviones. “Desde hace ocho años me gradué en la Escuela de Pilotos en los Estados Unidos. “Es muy relajante mantenerse en el aire. He piloteado cielo americano a 35 pies de altura”, afirmó Noboa en tono de satisfacción.
“Espero algún día comprarme una nave para continuar viajando por el mundo entero. Me encanta conocer nuevas culturas como cuando visité Burna y Camboya, donde conocí templos milenarios, que recién hace 50 años fueron descubiertos por esta generación”, recalcó.
También, le gustaría ir a la India. “Allá no existe la rivalidad entre los seres humanos porque creen ciegamente en la reencarnación. Están convencidos de que si no cumplen sus sueños en esta vida, lo harán en la siguiente”, concluyó.