Nuevamente la naturaleza se confabula contra el ser humano. Tan solo mes y medio después de la desvastadora tragedia de Haití, la tierra tiembla en la hermana república chilena.
En el fondo de los corazones de los habitantes del planeta Tierra, queda una sensación de temor que trae consigo la pregunta: ¿Qué es lo que está pasando en el mundo?.
Tal parece, que se nos intenta dar una lección para que aprendamos a vivir en armonía con nuestros hermanos y con la naturaleza. Siempre hay un nuevo día para volver a empezar. Demostremos que el ser humano es una especie pensante y hagamos bien las cosas. Dejemos a un lado el racismo, el clasismo y todo tipo de diferencias. Reaccionemos y paremos de contaminar el planeta.
En esta ocasión comencemos demostrando nuestra solidaridad. El pueblo chileno nos necesita, extendámosle nuestra mano.
Es verdad que el Ecuador es un país de gente pobre, pero en este momento tenemos mucho más que los desafortunados, que vivieron la desgracia del terremoto.