Los investigadores transcribieron un megabyte de datos -entre los que había los sonetos completos de Shakespeare y extractos del discurso «Tengo un sueño» de Martin Luther King- al lenguaje del AND.
Después, un laboratorio en California transformó esa información en moléculas de ADN y las enviaron de regreso a Europa por correo.
Cuando los investigadores del IEB leyeron la información del ADN y la pasaron de nuevo al ordenador, pudieron recuperarla sin ningún error.
Los científicos aseguran que una taza pequeña de ADN podría almacenar 100 millones de horas de video en alta definición a un costo mínimo.
Además, los investigadores señalan que el ADN podría guardar información durante miles de años.