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22 ene (EFE).- El español David Ferrer se aferró a la épica, al espíritu de supervivencia que delata su carácter sobre la pista y salió airoso del trance al que le sometió su compatriota Nicolás Almagro (4-6, 4-6, 7-5, 7-6(4) y 6-2), para regresar a las semifinales del Abierto de Australia y medirse al número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, que no se dejó sorprender por el checo Tomas Berdych (6-1, 4-6, 6-1 y 6-4).

Será la decimoquinta ocasión en la que Ferrer y Djokovic se enfrenten. En nueve ocasiones ganó el serbio. Entre ellas, en las cuatro que coincidieron en un Grand Slam. Dos fueron, precisamente, en Australia. Ambas en cuartos. La más reciente en la edición del pasado año.

Ferrer alcanzó las 500 victorias y vuelve a la carga en un ‘major’. Su currículum carece de una gran final. Son las semifinales, a las que regresa por quinta vez, su techo. Novak Djokovic

Ante Djokovic, el español, que saldrá de Melbourne con el número cuatro del mundo en el bolsillo, lo intentará otra vez. Será una nueva misión después de salir reforzado de un partido épico ante su paisano Nicolás Almagro, que buscaba su primera semifinal en un Grand Slam.

Tuvo el partido en la mano Almagro. Con dos sets de ventaja sirvió en tres ocasiones para cerrar el encuentro, ganar y superar, por primera vez en su carrera en trece duelos, a David Ferrer. No dispuso de ‘match point’ alguno el murciano. Pero tuvo el saque con 5-4 en el tercer set y 6-5 en el cuarto.

Almagro, tocado físicamente en el tramo final, fue presa de la presión. Del miedo a ganar. Del pavor al éxito.

Nicolás Almagro ya tiene otra pesadilla que añadir a la de Praga, en la final de la Copa Davis, cuando fue superado por el checo Radek Stepanek con el título en juego. Tardará también en olvidar la del Rod Laver Arena.

«Ganar este partido ha sido un milagro. Nicolás (Almagro) tuvo muchas opciones de vencer. Ha sido increíble», dijo Ferrer tras acabar el partido, que se prolongó durante tres horas y 44 minutos.

El sufrimiento que padeció Ferrer lo tuvo Djokovic en octavos, ante el suizo Stanislas Wawrinka. No fue tanto el trabajo que le dio el checo Tomas Berdych, aunque alargó el partido a cuatro sets.

Es el serbio la bestia negra de muchos jugadores del circuito. También de Berdych, que sumó su duodécima derrota con él. Solo fue capaz de ganarle en hierba, en Wimbledon. En la única ocasión en la que alcanzó una final del Grand Slam, que perdió ante el español Rafael Nadal en el 2010.

Tomas Berdych alentó sus posibilidades en el segundo set. Djokovic se tomó un respiro y el checo encontró un aliado en su servicio. Rompió el del serbio y fue capaz de igualar el partido.

Fue un espejismo para el centroeuropeo, sometido después a la reacción contundente del número uno del mundo, que busca hacer historia con la conquista de la tercera corona consecutiva en Melburne.

Novak Djokovic enderezó el encuentro con determinación en cuanto asimiló la amenaza de su rival, que igualó el partido con la consecución del segundo set. Después, el balcánico no dio opción al checo.

Menos emociones advierte el cuadro femenino, condenado a la dictadura de las grandes favoritas.

El rodillo es un hábito para Maria Sharapova. La segunda favorita ganó con claridad a la rusa Ekaterina Makarova (6-2 y 6-2).

La tenista siberiana, campeona en el 2008 y finalista en dos ocasiones más, la última en la pasada edición, careció de dificultades para vencer a Makarova, con la que nunca ha perdido.

Makarova solo mantuvo el tipo en los cuatro primeros juegos (2-2). A partir de ese momento fue incapaz de mantener el ritmo de Sharapova, que cerró el choque con la misma solvencia que los anteriores.

Maria Sharapova, que solo ha cedido nueve juegos en su trayecto a semifinales, jugará ante la china Na Li por un lugar en la final. La tenista oriental ganó previamente a la polaca Agnieszka Radwanska por 7-5 y 6-3.

Los torneos de dobles también vislumbran sus aspirantes. Los españoles Marcel Granollers y Marc López alcanzaron las semifinales al vencer al dueto formado por el brasileño Thomaz Bellucci y el francés Benoit Paire (6-3 y 6-1).

Los campeones del Masters buscarán la final ante los holandeses Robin Haase y Igor Sijsling, verdugos de los también españoles David Marrero y Fernando Verdasco (6-4 7-6(3)).

En el cuadro femenino, sin embargo, cayó la española Nuria Llagostera, que junto a la china Jie Zheng fueron superadas por la también oriental Saisai Zheng y la estadounidense Varvara Lepchenko (6-3, 5-7 y 7-5).

Además, lograron el pase a semifinales las primeras favoritas, las italianas Sara Errani y Roberta Vinci, que eliminaron a las hermanas estadounidenses Venus y Serena Williams (3-6, 7-6(1) y 7-5).

Las australianas Ashleigh Barty y Casey Dellacqua ganaron a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova y la checa Lucie Safarova (6-2 y 6-3). EFE

Por ccarrera