Rihanna y Chris Brown viajaron a Costa de Marfil el pasado lunes, para ofrecer un concierto privado a un millonario africano, según publica el periódico Daily Mirror. Y, luego de la actuación, por la que recibieron 10 millones de dólares, pusieron rumbo en un jet privado a la isla caribeña de St Barts, donde celebraron por segunda vez el Año Nuevo, esta vez, junto a su familia. Su reconciliación es un hecho ante el enojo de sus fanáticos.