El vicepresidente de Venezuela, Nicolás Maduro, viajó ayer a Cuba para visitar al mandatario Hugo Chávez, que fue operado en la isla el pasado 11 de diciembre por la recaída del cáncer que padece, mientras en Caracas se avivó el debate sobre su nueva investidura, prevista para el 10 de enero.
Acompañado de la procuradora general de Venezuela, Cilia Flores, Maduro llegó de madrugada y se dirigió al hospital donde se encuentra Chávez para saludar a los familiares del presidente que lo acompañan en la capital cubana.
Hasta el momento no han trascendido más detalles de la visita del vicepresidente de Venezuela.
En Caracas, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, pidió al pueblo que esté unido en caso de que Chávez no pueda ser investido el 10 de enero y la oposición haga presión para llamar a elecciones.
Además, instó al pueblo chavista a “acompañar la decisión” del mandatario de dejar la conducción del país en manos del vicepresidente Nicolás Maduro en caso de no continuar.
La oposición pide la verdad
Desde la oposición, la Mesa de la Unidad Democrática afirmó que el Gobierno no quiere reconocer que hay “una ausencia temporal del presidente en funciones” y dijo que los “altos funcionarios” no tienen la “estatura” para informar de la “verdadera situación” del mandatario. Incertidumbre sobre salud de Chávez reina en Venezuela.