Se trata de una reactivación completa de la actividad del volcán, después de más de tres meses de relativa calma, informó una fuente del observatorio vulcanológico, que el Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional tiene a unos diez kilómetros del coloso.
Esporádicas explosiones fuertes acompañadas de cañonazos y la emanación casi constante de ceniza y vapor de agua es la tónica actual en el volcán Tungurahua.
Asimismo, se ha registrado el descenso de flujos piroclásticos o rocas candentes que han llegado hasta la mitad de la montaña. También se mantiene la caída de ceniza en varios poblados de las cercanías del coloso, especialmente en la zona oriental y noreste de la montaña.