Adam Lanza era «excéntrico» pero no violento y estaba tomando un medicamento para la esquizofrenia, aseguró hoy a la prensa un tío del autor del tiroteo en Newtown (Connecticut) que dejó el viernes un total de 28 muertos, entre ellos 20 niños.
«Era excéntrico, jugaba videojuegos, pero no violento, él nunca le pegó a su madre», dijo Jonathan Lanza ante varios medios de comunicación, frente a uno de los memoriales que han creado los vecinos de Newtown para recordar a las víctimas de la matanza, una de las peores de la historia de EE.UU.
Jonathan, quien dijo estar todavía en estado de shock y que acudió hasta allí para ofrecer su «respeto a las víctimas», aseguró que su madre le contó que Adam estaba tomando un medicamento para la esquizofrenia, aunque no detalló durante cuánto tiempo había estado medicado.
Preguntado por la colección de armas que tenía en su casa la madre del autor de los hechos, Jonathan aseguró que Nancy Lanza «tuvo problemas» con Peter, el padre de Adam, por lo que «ella interpuso una orden de alejamiento en 2009, después del divorcio». «Nunca la pegó pero la empujó», añadió.
Palabras del padre
El padre del autor de la matanza, que se casó en segundas nupcias y vive en Stamford (Connecticut), emitió anoche un comunicado en el que dijo que «no hay palabras para expresar lo rotos que estamos» tras conocer que su hijo mató a su madre en casa, a otras 26 personas en el colegio Sandy Hook y después se quitó la vida.
Jonathan Lanza añadió además que habló el sábado con Ryan, el hermano mayor de Adam, quien fue interrogado por la Policía porque «podría ser un sospechoso, no lo sé, creen que igual sabía lo que estaba pasando», aunque manifestó que él no lo cree «en absoluto».
Horas después de conocerse el viernes las primeras noticias del tiroteo, el autor de los hechos fue identificado erróneamente como Ryan Lanza, lo que se debió, según han apuntado después múltiples medios, a que Adam llevaba una identificación de su hermano cuando fue encontrado por la Policía muerto en la escuela Sandy Hook.
Jonathan detalló que la última vez que había visto a sus sobrinos fue en septiembre pasado en una reunión familiar en la casa de una de sus tías, donde «nadie actuó de forma extraña».
«Todo el mundo estaba feliz, era una barbacoa, estábamos hablando del colegio con los más pequeños de la familia, éramos simplemente una familia normal», aseveró.