Vie. Nov 22nd, 2024

Existen muchas razones para homenajear a Quito, y no solo en su día sino todo el año, una de las más conocidas es su envidiable arquitectura colonial, asimismo, su exquisita gastronomía y qué decir de su gente tímida pero amable.
Al dar un paseo por sus calles se puede evidenciar que es una ciudad que a pesar de sus dificultades políticas, económicas, etc. aún continúa siendo un sitio ideal para habitar. Por ello, es fácil encontrase con gente de todos los rincones.
Pero no hay duda, que la Plaza Grande es y será uno de los sitios privilegiados de la capital. Hay que reconocer que esta ciudad posee otros lugares igual de bellos y acogedores pero éste guarda la magia del Quito tradicional. De esa ciudad que todos recordamos con nostalgia y que los visitantes vienen a inmortalizar en sus fotografías.
Estudiantes, lustrabotas, abogados, comerciantes, fotógrafos todos transitan por las calles de la ciudad con alegría y entusiasmo. Y esto se debe a la gran diversidad de formas y colores que habitan dentro de este cielo. Y para seguir discurriendo en torno a las maravillas que ofrece esta ciudad, no se puede dejar de hablar del clima tan variable y peculiar. Este Distrito se levanta con un sol radiante y se despide con grandes aguaceros.
La capital del Ecuador es un espacio único que agrupa la vida tradicional con la cosmopolita. Y que nos los diga quienes trabajan en la zona céntrica y cuyas viviendas están al norte. Es un verdadero deleite cruzar en bus la ruta quiteña y disfrutar el avance que la línea del tiempo evidencia en la estructura arquitectónica de la ciudad.
Por todo lo descrito, que sin duda no alcanza a señalar lo bonito de mi Quito,  yo digo “lindo Quito de mi vida”.