Extraña muerte de un anciano que estaba en un albergue es investigada
Totalmente desconsolados por la trágica muerte de su ser querido, se encontraban la mañana de ayer en la morgue de la capital, los familiares de Héctor Oswaldo Pilataxi Quishpe (68), quien fue encontrado muerto el último lunes, en el río Pita, en Sangolquí.
«Yo envié a mi hijo de 15 años a ver las vacas. Luego de una hora, el regresó y me dijo que había un cadáver. Nos comunicamos con la Policía enseguida», indicó Hugo Barrero Bautista.
El occiso fue trasladado hasta el Departamento Médico Legal, en estado de putrefacción, con excoriaciones en los brazos y piernas y un rudo golpe en el costado izquierdo del rostro.
FAMILIARES DEL OCCISO PIDEN MÁS INVESTIGACIÓN
Segun la versión vertida por los familiares del fallecido, Héctor Pilataxi salió a una misa, el pasado jueves 21 de enero, y nunca más regresó a su domicilio, ubicado en el sector de ‘Los Dos Puentes’, al sur de Quito.
«Sabemos que mi esposo estaba en la Plaza Grande, porque acostumbraba a descansar ahí. Pero ahora como el Municipio ha prohibido, los policías se lo llevaron hasta un albergue, pensando que no tenía familiares», indicó Petrona Quinga, quien junto a sus hijas, han realizado la respectiva denuncia, para aclarar la muerte de Pilataxi, pues no se explican por qué apareció muerto en un río, si estaba bajo el cuidado de la Fundación Patronato San José, Hogar de Vida 1, ubicado en Conocoto, al norte de la capital.
«Hay muchas contradicciones. Los guardias dicen que mi papá se fugó el sábado 23 de enero a las 02h00, por la puerta de ingreso del Patronato. Mientras que los médicos dicen que saltó los muros. Eso es algo imposible para un hombre mayor», aclaró Myriam Pilataxi, una de las hijas del difunto.
Segun indican los allegados del fallecido, el anciano se encontraba sano y consciente cuando abandonó el hogar. «Mi papá les dijo sus nombres, edad y dónde vivía. Pero igual se lo llevaron», manifestó Mariana Pilataxi.
ANCIANO FUE SEDADO
Hace aproximadamente 20 años, Héctor Pilataxi fue operado, tras recibir un fuerte golpe en la cabeza. Razón por la que su familia era muy precavida, al suministrarle medicamentos. «Sabemos que en el Patronato, mi esposo fue sedado, sin ni siquiera conocer sus antecedentes médicos. Creemos que esto afectó su estado de salud y que es mentira que él se haya fugado. Ademas, cómo va a trasladarse desde Conocoto hasta Sangolquí. La Policía debe investigar que pasó realmente», acotó Petrona Quinga. FO