Después de diez días de visita al Ecuador, la Relatora Especial de la Organización de Naciones Unidas, Gulnara Shahinian, afirmó que el nivel de trabajo infantil en nuestro país es ‘alarmante’. Es verdad que es necesaria una atención urgente de las autoridades competentes, pero también se requiere de la colaboración de la ciudadanía para terminar con el problema.
¿Sabe cúanto daño hace al comprar un caramelo a un niño de la calle? Pues mucho. Está incentivando, a que ese infante sea explotado. No es novedad para nadie, que algunos padres ven en sus hijos, un negocio rentable. Pues saben, que ningún corazón resiste ver, a una criatura vendiendo dulces a las nueve de la noche, aguantando hambre y frío. Pero, por qué, si entendemos esta realidad, seguimos colaborando con aquellos progenitores desnaturalizados.
La mejor manera de frenar que no hayan más niños trabajando en las calles, es no comprarles las golosinas. De esta forma, los padres se verán obligados a cumplir a cabalidad con su responsabilidad. (SC)