“Iván Márquez”, el número dos de las FARC y jefe de los negociadores de la guerrilla en el diálogo con el Gobierno de Colombia, afirmó ayer que están “trabajando duro” en las conversaciones de La Habana con el “arma” de la verdad.
El jefe del equipo negociador de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habló al llegar a la sede del diálogo, donde además una guerrillera leyó una declaración en la que se acusa a la policía colombiana de presionar a miembros de la guerrilla para que desvelen el paradero de uno de sus dirigentes.
“Iván Márquez” manifestó su “fe inmensa y profunda en la capacidad de movilización del pueblo de Colombia para lograr la paz que tanto anhelamos y deseamos todos”.
Por su parte, la guerrillera Viviana Hernández leyó ante la prensa una declaración para denunciar el “chantaje” y “presiones” de la policía colombiana a familiares de una guerrillera del “Bloque Occidental Alfonso Cano” para que desvelen el paradero de Francisco González, jefe de las FARC en esa zona.
Protección para guerrilleros
Después de haber leído el comunicado, la guerrilla pidió en esa declaración al pueblo colombiano, a los grupos de defensa de los derechos humanos y a organismos internacionales que “incrementen el cuidado y protección a los centenares de dirigentes revolucionarios y de líderes de organizaciones sociales amenazados por el estado”.