Las autoridades de Salud de la República de Irlanda comenzaron una investigación en torno a la muerte de una mujer a la que se le negó un aborto. El marido de la mujer, Praveen Halappanavar, afirmó que los médicos le negaron la posibilidad de abortar argumentando que Irlanda era un país católico romano y que el feto todavía estaba vivo. Savita Halappanavar, de 31 años, falleció el 28 de octubre a raíz de una septicemia que desarrolló tras perder el embarazo.
El aborto es ilegal en Irlanda excepto cuando la vida de la madre -y no su salud- está en riesgo. (BBC)