11 nov (EFE).- El argentino Juan Martín Del Potro claudicó hoy ante el serbio Novak Djokovic tras ganarle el primer set de la semifinal de la Copa de Maestros que se disputa en Londres (4-6, 6-3 y 6-2, en dos horas y 11 minutos).
El de Tandil se quedó a las puertas de su segunda final del Masters (perdió en 2009 ante el ruso Nikolay Davidenko), un peldaño que solo han alcanzado otros dos argentinos en la historia: David Nalbandian, que ganó en 2005 al suizo Roger Federer, en Shanghái, y Guillermo Vilas, que en 1974 cortó en Melbourne una racha de tres victorias consecutivas del rumano Ilie Nastase.
Tras la victoria de hoy, Djokovic, campeón en 2008 del torneo que reúne los ocho mejores tenistas del momento, se medirá el lunes, a partir de las 20.00 GMT, al ganador de la segunda semifinal, que disputan esta tarde en el O2 Arena de la capital británica, Federer y el británico Andy Murray.
El serbio se medía esta tarde al tenista que le arrebató la medalla de bronce olímpica este verano y que, según refleja la estadística, ya le ganó el pasado año en Copa Davis (un encuentro en el que Djokovic se retiró por molestias en la espalda tras perder el primer set al desempate).
Como hizo ayer sábado contra el suizo Roger Federer, a quien acabó tumbando en tres sets, el gigante de Tandil, de casi dos metros de altura, abrió el partido en el O2 Arena lanzando bolas largas que buscaban imprecisiones de su rival.
Djokovic no seguía el juego al argentino y abandonaba la línea para adelantarse y contraatacar cruzando tiros que Del Potro no tenía tiempo de alcanzar, si bien sufría al resto para contener la potencia con la que le encaraba su rival.
Durante esta temporada, el argentino parece haber recuperado parte de la confianza que le llevó a hacerse con el Abierto de Estados Unidos en 2009, con 20 años, un inicio de carrera prometedor que quedó truncado por una lesión de muñeca que le apartó de las pistas y le precipitó desde el número cuatro del mundo hasta las plazas más oscuras del ránking de la ATP (llegó al 485 en enero de 2011).
Con la seguridad en sí mismo reencontrada y de nuevo entre los mejores del circuito, el argentino, sexto favorito en Londres, se plantó hoy ante el número uno del mundo confiado en que podía ganar.
En los primeros intercambios demostró que no tenía complejos en llevar a Djokovic de un lado a otro de la pista hasta cansarle, o bien en engañarle con bolas blandas cerca de la red para después lanzar un tiro rápido, inalcanzable.
Enfundado en la misma camiseta verde chillón que ha lucido desde el inicio del Masters, «Delpo» supo imprimir una inercia ganadora al duelo a mitad del primer set, y en el noveno juego se impuso al resto para adquirir una ventaja ya irreversible en un primer parcial, que cerró con un juego en blanco.
Durante unos minutos, del Potro tuvo a Djokovic noqueado: amagó con volver a romper su servicio en el primer juego del segundo set y lo logró de nuevo en el tercero, para ponerse con un 2-1 que anticipaba un camino hacia la final cuesta arriba para el serbio.
El número uno, campeón este año en Australia y con cinco Grand Slam en su palmarés, está hecho sin embargo a las situaciones complicadas y tiene una moral inquebrantable. Contra todo pronóstico, dio un golpe de timón en el siguiente juego y enderezó de nuevo el duelo a su favor.
La segunda manga terminó cayendo del lado del serbio, y el argentino inició la última naufragado, cediendo juegos a toda velocidad y sin visos de poder tomar de nuevo las riendas del partido.
Del Potro apretó los dientes para tratar de contener el vendaval de juego que desplegaba el serbio sobre el firme azul del O2 Arena, pero la segunda ruptura de Djokovic en el parcial, que le dejaba con 5-2 en contra, sentenció finalmente un duelo que Del Potro había creído suyo en algún momento. EFE